Diseñar en tres dimensiones. La posibilidad de “ver alrededor” de una pieza, y que transmita la sensación de estar al alcance de nuestras manos. La ciencia ficción ya nos ha dado varios ejemplos de esto. Sin ir más lejos, Tony Stark puede diseñar edificios con su nombre directamente sobre su escritorio holográfico. Ahora que lo pienso un poco, esa es una buena forma de describir a zSpace. Con la ayuda de un par de gafas, zSpace se convierte en toda una plataforma virtual que, de ganar tracción, probablemente cambie varias reglas en el mundo del diseño.
El poder de procesamiento ha aumentado drásticamente en los últimos años. Diseñadores, expertos en animación y artistas en general pueden dar forma a sus creaciones con un nivel de realismo sencillamente inconcebible una o dos décadas atrás. Sin embargo, en la mayoría de los casos siguen dependiendo de pantallas tradicionales. Obviamente existen algunos modelos muy avanzados, y preparados para las exigencias de cualquier profesional, que además puede usar varios de ellos a la vez. Pero la posibilidad de “rodear” a una pieza tridimensional y estudiarla desde diferentes ángulos continúa siendo territorio de la realidad virtual y la holografía. Allí es en donde interviene zSpace.
“Tablet holográfica”, “pantalla virtual”… las frases para describir a zSpace están en ese espectro. La tecnología involucrada es más o menos parecida a la que podemos disfrutar hoy en el cine: Al utilizar gafas especiales, cada ojo del usuario recibe 60 cuadros por segundo, generando la “ilusión” de las tres dimensiones. La diferencia está en que las gafas de zSpace poseen varios puntos de rastreo en su marco, que son registrados por la pantalla de 23,6 pulgadas. De esta manera, el zSpace está atento a la posición de la cabeza del usuario, ajustando dinámicamente la posición del renderizado. A esto se le suma el stylus láser (cuya posición y orientación también es registrada), método principal del usuario para manipular su trabajo tridimensionalmente.
Ahora, semejante maravilla sabe muy bien a qué mercado apunta. Si deseas un zSpace en este momento puedes comprarlo por la módica suma de 3.995 dólares a través del sitio oficial. Claro que, no debes olvidarte de los requerimientos del sistema. Mientras que el zSpace se encarga de todo lo relacionado con posición y rastreo, a la hora de masticar números, es necesario un verdadero reactor. Si obedecemos a las especificaciones oficiales, el zSpace demanda un sistema con 8 GB de RAM, hardware Nvidia Quadro con 2 GB de RAM (o equivalente) y un procesador de cuatro núcleos, en lo posible un Core i7 con no menos de 2.2 GHz de reloj. La compañía responsable por el zSpace, Infinite Z, lo llama “holografía virtual 3D”, y creo que no están tan errados.
a la hora de masticar números… jejejeje me parece algo increible, ya se que quiero para navidad!! aunque para esto debería tener una computadora dedicada totalmente solo para el control de este dispositivo!!
awwww yo quiero una… esta tan genial :(:
menuda mierda yo quería crear moldeat y coger con mis manos las piezas y luego llevarlo a mi escaneó para imprimirlo en 3d pero quizá yo les estoy hablando desde otra dimension
#3
Porque no inventas algo vos ya que tanto hablas…