Una de las primeras decisiones que tomaron las autoridades alrededor del globo para limitar el avance de COVID-19 fue suspender todos los espectáculos públicos. Teatro, conciertos, encuentros deportivos. Pero en Japón, y más específicamente en Tokio, encontraron una solución que parece encajar a la perfección con esta «nueva normalidad»: Zombies. ¿Quieres un shock de adrenalina? Entra con tu coche a un garaje, y deja que la horda zombie del grupo Kowagarasetai venga a ti…
COVID-19 golpeó particularmente duro a muchas industrias y actividades, siendo el arte (en su conjunto) una de ellas. Museos y cines cerrados, obras suspendidas, filmaciones y producciones demoradas. Incluso un titán como el Cirque du Soleil debió declararse en bancarrota y despedir a 3.500 personas. El mundo hace lo posible para volver a su ritmo pre-pandemia, pero lo cierto es que el virus no se fue a ninguna parte, y muchos eventos tienen una baja prioridad en el regreso.
Algunos no logran sobrevivir… y después está el caso del grupo Kowagarasetai estacionado en Tokio. Este «escuadrón de sustos» tiene a los zombies como especialidad, y brindaban shows con frecuencia en parques temáticos, pero COVID-19 pulverizó su continuidad. Luego trataron de reproducir sus trabajos conservando una distancia social de dos metros, sin embargo, el propio coordinador del grupo Kenta Iawana admite que es «un poco aburrido» de ese modo. ¿La solución? «Drive-In».
Del mismo modo en el que las cadenas de comida rápida y los cines encontraron una línea de oxígeno con el drive-in, el grupo Kowagarasetai adaptó sus shows a un formato especial: Un vehículo entra a un garaje en Tokio. Sus ocupantes escuchan la historia de un brutal asesinato, acompañada por terroríficos efectos de sonido… y ahí es cuando aparecen los zombies, arrojándose contra los vidrios y cubriendo todo con sangre.
Cada «evento» dura unos 15 minutos en promedio (hasta que se levantan las cortinas, sale el coche e ingresa otro), con un precio de 9.000 yenes (74 euros). Iawana espera «entretener» a unos once coches llenos de gente por día durante los fines de semana en julio, y probablemente agosto también. Y aquellos interesados en participar que no posean un vehículo, podrán tomar uno prestado. De hecho, Iawana cree que el formato podrá continuar una vez finalizada la pandemia.
Y ya de paso le ayudan a los lavaderos de carros