Desalmados y mortíferos, rasgan con violencia las guitarras eléctricas y destrozan los bombos y los tachos mientras el público sucumbe ante su imponente presencia. No. No estamos hablando de una banda de heavy metal, sino de Z-Machines, la robot band que abrió la Maker Faire Tokyo. Así es, una banda de música conformada por robots.
El concepto de música electrónica sufrió una crisis de identidad luego de que escuchásemos a unos robots haciendo música y agitando sus cableadas cabelleras mientras tocaban ante un público que clamaba de gusto y asombro. Los robots que tocan instrumentos son una realidad, y cuando los vemos comportarse como una banda sobre un escenario, la música que hacen adquiere un nivel de genialidad extra. Pistones y cuerdas sincronizados en una artística composición programada está recorriendo Japón desde hace unos cuantos meses, y los padres de la criatura llamada Z-Machines son los científicos e ingenieros de la Universidad de Tokio junto a la bebida Zima. La banda de robots de 3 integrantes sorprendió a los asistentes de la Maker Faire Tokyo, y aquí está el video de la banda en acción.
Imagina que tocas en una banda en la que tu guitarrista principal tiene nada más y nada menos que 78 dedos, con los cuales combina las cuerdas de maneras inauditas hasta el momento. El guitarrista robot de Z-Machines se llama Mach, y tiene una especie de doble guitarra con la que puede tocar canciones a 1.184 pulsaciones por minuto (una canción convencional tiene 70 -120 BPM). Además de este detalle, el robot guitarrista tiene una pantalla LCD en su cabeza y los cables están arreglados de forma que parezca una cabellera que el robot mueve muy rockeramente. Lo acompañan Cosma en el teclado, que además de sacarle jugo a una las cientos de teclas puede proyectar rayos láser de sus ojos, siendo también el iluminador de la banda. Por último tenemos al prodigioso Ashura, el baterista robot que toca usando 21 palillos en una batería de casi 20 cuerpos, 4 veces más rápido que cualquier ser humano.
Los robots, patrocinados por Zima, una bebida alcohólica japonesa que saltó a la fama en la década de 1990, están programados para actuar según la reacción del público. Por ejemplo, en un concierto, cuando miembros de la audiencia levantaron sus botellas de Zima, los robots tocaban más fuerte. En la última presentación, en la Maker Faire Tokyo, el tecladista no estuvo presente, pero todavía siguen siendo tres. Es que habrá que tener cuidado, pues en los últimos tiempos la tecnología le ha permitido a los robots comportarse más autónomamente, así que tendremos que tener un ojo en cómo los egos artificiales de estos robots no hacen que la banda se separe y que cada uno termine en una carrera solista deplorable.
