Después de sus dificultades para encontrar un comprador y del ataque patrocinado por un misterioso agente gubernamental, cualquiera pensaría que las cosas no podrían ser peores para Yahoo!, pero al 2016 todavía le quedan un par de golpes, y acaba de colocar uno en la quijada del ahora caído gigante digital. A través de una nueva investigación, la compañía determinó que en agosto de 2013 fueron comprometidas 1.000 millones de cuentas… que se suman a las 500 millones anunciadas en septiembre.
Una vieja frase dice que el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, ¿pero qué sucede cuando hablamos de compañías? Las consecuencias pueden llegar a ser perturbadoras, y si hay un nombre que lentamente se está transformando en un ejemplo a estudiar por los ejecutivos del futuro, es Yahoo!. Incapaz de competir con sus rivales directos, con adquisiciones cuestionables por donde se las mire, decisiones políticas que explotaron en todas direcciones, demandas de ex empleados, y ahora, una crisis de seguridad tras otra. El anuncio de septiembre pasado dejó a Yahoo! al borde del nocaut, y con este nuevo anuncio, digamos que ya besó la lona.
Al parecer, la compañía recibió información de las autoridades que fue estudiada por expertos forenses, y su conclusión es que un elemento externo logró robar datos relacionados a más de mil millones de cuentas en agosto de 2013. Cronológicamente hablando, el ciberataque se llevó a cabo con anterioridad al que Yahoo! reveló un par de meses atrás, y de acuerdo al material disponible no estarían relacionados. Nombres, direcciones de correo, números de teléfono, contraseñas con hash, fechas de nacimiento, preguntas y respuestas de seguridad forman parte del paquete de datos que fue extraído. No hay evidencias sobre filtraciones de tarjetas de crédito, información bancaria o contraseñas sin cifrar.
De más está decirlo, es una especie de tormenta perfecta para Yahoo!. Sus acciones perdieron un 6 por ciento en 24 horas, y varios reportes indican que Verizon busca un importante recorte en el precio de compra (recordemos que en julio había anunciado la adquisición de Yahoo! por 4.830 millones de dólares), o como alternativa, dejar caer la operación por completo. Una cosa es segura: Yahoo! no puede seguir recibiendo golpes así, y a esta altura nadie niega la posibilidad de que la compañía desaparezca por completo.