El concepto de transhumanismo y la búsqueda de la inmortalidad rápidamente colocarán frente a ti diferentes caminos para explorar, incluyendo el desarrollo de terapias regenerativas, la incorporación de componentes cibernéticos como reemplazo directo de partes biológicas, y por supuesto, la transferencia de la mente a un espacio digital. Eso nos deja frente a las puertas de una nueva startup llamada Nectome, que está ofreciendo la posibilidad de conservar cerebros hasta que sea posible extraer el contenido y almacenarlo en una nube futurista. Claro que… existe un pequeño detalle: Debes morir.
Si hay una conclusión a la que podemos llegar después de observar a varias compañías en Silicon Valley y a sus principales representantes, es que la mortalidad ha pasado de moda. Los proyectos enfocados en extensión de la vida y tratamientos experimentales se multiplicaron, y es una tendencia que seguramente seguirá avanzando. Incluso el propio Elon Musk está tratando de reducir la distancia entre el cerebro humano y los ordenadores con su compañía Neuralink, pero hoy tenemos algo diferente: Un respaldo físico completo del cerebro humano.
La compañía Nectome, que ha recibido financiación del acelerador Y Combinator, tiene como servicio principal a la conservación de cerebros utilizando una compleja mezcla de químicos que lo transforma en una estatua de «vidrio congelado», un híbrido entre la flamante criónica y el viejo método de embalsamamiento. El cerebro quedará en un estado tal que los científicos del futuro probablemente logren registrar cada sinapsis y volcar el contenido en lo que sería una simulación muy realista. Quienes prefieran guardar sus cerebros para instalarlo en un cuerpo alternativo tal vez tengan mejor suerte con la técnica de la fundación Alcor, pero hay algo más en la propuesta de Nectome, un asterisco que nadie puede ignorar.
El proceso es 100 por ciento fatal. En otras palabras, la oferta de la startup es equivalente al suicidio asistido. Para que todo esto funcione, el cerebro debe ser «fresco», o sea que necesitan inyectar sus químicos a través de las arterias carótidas mientras el paciente entrega su vida bajo anestesia general. Nectome ha entrado en contacto con varios abogados para verificar la compatibilidad de su servicio con la «End of Life Option Act» que existe en California desde hace dos años, y creen que no habrá problemas en lo legal. De hecho, ya cuentan con una lista de espera a la que cualquiera puede ingresar, previo depósito de 10.000 dólares.