El éxito y la aceptación entre los usuarios del nuevo Windows 7 ha sido en verdad grande. Con más de cien millones de licencias vendidas, en estos días es extremadamente difícil encontrar un ordenador nuevo que no cuente con alguna versión preinstalada del más reciente sistema operativo de Microsoft. Nadie duda que Windows 7 ha sido un trabajo bien hecho, ¿pero qué pasó con Vista? Sí, me refiero al temido, odiado, despreciado, calumniado, golpeado y masacrado Windows Vista, aquel que no conoció la piedad ni de la prensa ni de los usuarios cuando fue lanzado al mercado. Por más que todos hablemos hoy sobre Windows 7, lo cierto es que Windows Vista sigue existiendo, tiene soporte, y la gran mayoría del software funciona sin inconvenientes. En NeoTeo aprovechamos esta oportunidad para volver atrás, instalar Windows Vista, y observar cómo funciona hoy, en el nuevo universo gobernado por Windows 7.
Faltan apenas tres días para que Windows 7 cumpla seis meses desde su lanzamiento oficial. Desde el primer instante, el nuevo sistema operativo de Microsoft se vio envuelto en un aura positiva, la cual fue acumulando desde lo visto en la beta y el Release Candidate. El apoyo de las diferentes empresas fue casi inmediato. Versiones especiales de controladores y aplicaciones comenzaron a aparecer por todas partes, compatibles con las versiones de desarrollo del sistema operativo. Y finalmente, llegamos a Windows 7 como lo conocemos hoy, probablemente el mejor sistema operativo que Microsoft haya hecho hasta la fecha. Por supuesto, todavía existe una gran cantidad de usuarios que utiliza Windows XP, ya sea por razones de compatibilidad, estabilidad, o simple costumbre. Pero no podemos olvidar que entre ambos sistemas operativos hay poco más de ocho años de diferencia… y otra edición de Windows en el medio. Obviamente, nos referimos a Windows Vista.
Windows Vista quedó totalmente cubierto por la tormenta mediática que rodeó a Windows 7, y la gran mayoría de los usuarios se alegraron por ello. El lanzamiento de su Service Pack 2, con un año en el ruedo, fue recibido con una gran indiferencia. Entre sus propios problemas de diseño, las terribles experiencias de los usuarios y la devastadora cobertura periodística, el destino de Windows Vista ya estaba sellado. Todas las correcciones y maniobras de publicidad concebibles (el famoso Experimento Mojave) no serían suficiente para cambiar la reputación de algo que la gente ya consideraba como mercancía dañada. Aún así, Windows Vista todavía conserva una presencia significativa en el mercado. De acuerdo a las últimas mediciones, Windows Vista es el segundo sistema operativo más utilizado, con un promedio entre el 15 y el 18 por ciento, dependiendo de la estadística. Por lo tanto, de cada cien potenciales usuarios de ordenador, hay entre 15 y 18 que todavía utilizan a Windows Vista, más allá de que sea algo voluntario o no. Windows Vista tiene su Service Pack 2, y también posee una actualización de plataforma que incorpora muchas de las funciones disponibles en Windows 7, como es el caso de DirectX 11. Completamente actualizado, así es como está Windows Vista, hoy.
Tanto en su fase de instalación como en su apariencia general, Windows Vista no ha cambiado en nada. El Sidebar para los gadgets sigue estando allí por defecto, cargándose junto con el sistema operativo por primera vez, y sí, sigue causando los mismos escalofríos de siempre. La falta de un control de calidad estricto hicieron que el Sidebar de Windows Vista sea uno de los factores más importantes relacionados con la pérdida de rendimiento en el sistema, sin mencionar la limitada utilidad de los gadgets. Después de todo, ¿quién en su sano juicio puede querer un reloj de agujas robándose toda una esquina de la pantalla? Antes de comenzar a explorar algunos clásicos puntos de optimización, lo primero que hicimos fue actualizar al sistema operativo. Después de una actualización del motor de Windows Update, el reporte nos anunció en primer lugar, 49 actualizaciones importantes más dos opcionales, sumando casi 280 megabytes. Unos veinte minutos después, un reinicio y una nueva visita a Windows Update reveló seis actualizaciones adicionales, con 4.5 megabytes más. En otras palabras, después del Service Pack 2 para Windows Vista hay más de cincuenta actualizaciones disponibles, a las cuales es muy probable que la gran mayoría de los usuarios no estén accediendo porque aún no tienen al Service Pack 2 instalado. Es cierto que, aún con estas actualizaciones, Windows Vista no alcanza el nivel de rendimiento que actualmente ofrece Windows 7, pero tampoco es nada saludable mantener a una plataforma tan desactualizada.
Y hablando de rendimiento, Windows Vista sigue necesitando de varios ajustes por parte del usuario. Algunos de los servicios que permanecen activos por defecto no reflejan en lo absoluto la necesidad de los usuarios, y deben ser desactivados, como por ejemplo el servicio de entrada para Tablet PC sobre un ordenador de escritorio. Estos ajustes son indirectamente proporcionales a la cantidad de memoria disponible en el ordenador. La administración de memoria en Windows Vista no se encuentra ni siquiera en la misma liga que la de Windows 7. Mientras que el nuevo sistema de Microsoft puede trabajar cómodamente con 1 GB de RAM, esto en Vista es imposible a menos que las alteraciones a la configuración por defecto sean muy profundas. Hace poco hemos comentado que desactivar funciones de administración de memoria como el SuperFetch no era algo recomendado. Sin embargo, en un sistema con 1 GB de RAM, es una opción que se debería tener en cuenta si se utiliza a Windows Vista. Otro punto que requiere un ajuste es la memoria virtual. Con 1 GB de RAM físico, Windows Vista opta por la fórmula de multiplicar RAM por 1.5 para asignar memoria virtual automáticamente. El problema es que el tamaño de la memoria virtual sigue siendo dinámico, lo que contribuye a la fragmentación. Cambiar la memoria a un modo de trabajo estático (mínimo y máximo con el mismo valor) corrige este detalle. El servicio de indexado (aquello que en Windows Vista hacía trabajar al disco duro como loco) sigue siendo igual de molesto que siempre, y conviene desactivarlo.
La sección que desactiva funciones del sistema operativo es muy importante en Windows 7, pero en realidad es una función importada de Windows Vista. Claro que, las opciones en Windows 7 son mucho más numerosas y útiles, entre las que destacamos la posibilidad de desactivar Internet Explorer 8 o Windows Media Player, pero en Windows Vista se mantienen las mismas de siempre. No es fácil de entender por qué Microsoft no realizó una actualización más completa en este punto. Las diferencias estructurales entre Windows Vista y Windows 7 no son tan amplias, y hubiera sido interesante que los usuarios de Vista contaran con una opción para desactivar aplicaciones que no utilizan. ¿Qué se puede quitar en Vista? Funciones de escaneo y fax, componentes opcionales para Tablet PC (otra vez), y servicios de impresión por Internet, cosas que no suelen estar en el espectro de necesidades de un usuario promedio.
En lo que se refiere a compatibilidad de software, a esta altura no hay quejas. Todo lo que hemos instalado en Windows 7 funciona en Windows Vista, y las grandes empresas continúan dando soporte a Vista a través de sus productos más importantes. También hay controladores en la gran mayoría de los casos, a menos que se trate de un hardware muy antiguo. Hemos visto que algunos fabricantes de notebooks no proveen a sus usuarios de controladores compatibles con Windows XP, siendo Vista el primero en la línea de soporte. Algunos ejemplos de hardware muy importante como la serie 5000 de las Radeon HD y la nueva familia GeForce GTX de Nvidia pueden ser utilizadas perfectamente bajo Windows Vista, algo que también se extiende a los nuevos procesadores de Intel y AMD.
En resumen, después de tres años desde su lanzamiento, Windows Vista permanece funcional. Ha recibido muchas actualizaciones que lo han estabilizado y mejorado en varios puntos, pero su manera de ser no ha cambiado por completo. El proceso de optimización y mantenimiento nos tomó sus buenos 35 minutos adicionales en comparación con los ajustes sobre Windows 7. Varias de sus funciones permanecen limitadas, y sus problemas de administración de memoria RAM siguen allí. No hay mejor ejemplo para esto que tratar de instalar Vista en una netbook, una verdadera locura, cuando la instalación de Windows 7 es más que factible. Para aquellos que posean Windows Vista y no se encuentren en condiciones de dar el salto a Windows 7, las actualizaciones son la clave para obtener lo mejor del sistema operativo. ¿Qué le queda por delante a Windows Vista? Su Service Pack 1 dejará de ser soportado en julio de 2011. En abril de 2012 finalizará su soporte general, dando paso al soporte extendido que llegará hasta abril de 2017. Con estos parámetros de tiempo, es muy probable que Windows Vista tenga un Service Pack 3 en el futuro cercano, y no estaría nada mal que se lo sincronizara con el Service Pack 1 de Windows 7, pero no hay ningún dato oficial al respecto. Con Windows 7 en el mercado, Vista es difícilmente una opción viable en estos días, aunque muchos de sus fantasmas hayan sido exorcizados. El problema es que llega a este estado tres años demasiado tarde.