A la hora de escribir, cada usuario tiene requerimientos muy específicos. Algunos necesitan música, y otros silencio absoluto. Café o té, cigarrillos o algo dulce, y por supuesto, un procesador de texto adecuado. Write! es otro ejemplo más en esta nueva ola de procesadores minimalistas, que eliminan todos los elementos secundarios de la interfaz para enforcarse de lleno sobre lo importante: El texto.
Llevo casi una década sentado frente a un procesador de texto, ya sea por trabajo o placer. Esta aventura me trasladó más allá de las fronteras del Office, para descubrir alternativas open source como AbiWord, y los paquetes de oficina en línea, aterrizando finalmente sobre el dominio de Google Docs, al que aún no he abandonado. ¿Acaso puedo abandonarlo después de tanto tiempo? La respuesta es «por supuesto». Si aparece algo nuevo que además de brindar la misma funcionalidad resulta mejor en otros aspectos, no creo que sea tan traumático para mí dar el salto. El procesador de texto es una herramienta, y debe responder a nuestras exigencias. George R. R. Martin admitió utilizar una vieja copia de WordStar 4.0 compatible con MS-DOS para escribir la famosa saga de Game of Thrones, y su razón fue sencilla: Hace lo que él quiere, y nada más.
Los procesadores minimalistas no son algo precisamente nuevo que digamos. El propio Bloc de Notas disponible en Windows es utilizado por muchos para escribir, aunque carga con riesgos asociados, entre ellos la posibilidad de perder lo escrito si no se realizan respaldos frecuentes. Uno de los miembros más recientes de esta categoría es Write!. Imagino que el símbolo de exclamación está ahí para evitar la ira de Microsoft, pero el Write! que tenemos en nuestra pantalla hoy es completamente diferente. No hay barras, ni reglas, ni herramientas para márgenes, ni los 250 iconos que suelen asaltar a los procesadores tradicionales. Al momento de escribir, Write! hace todo lo posible para colocarse a un lado, y dejar al usuario disfrutar su texto. Si quieres ver las opciones disponibles, sólo basta con hacer un clic en la parte superior izquierda de la ventana, o un clic en la parte inferior, donde encontrarás estadísticas sobre tu documento, incluyendo un limitador en la cantidad de palabras que me ha gustado mucho.
Lógicamente, Write! no es perfecto (como referencia, el diccionario tiene varios bordes filosos), y esto se debe a que aún se encuentra en desarrollo. La versión gratuita del procesador posee las opciones más importantes, como la administración de documentos por pestañas. Pero si decides unirte a la suscripción tendrás acceso a recursos más avanzados, entre ellos la sincronización en línea, y la interfaz oscura que se ve bastante bien. El soporte de formatos es amplio, y cuenta con un módulo integrado para chequear actualizaciones. Pruébalo, y cuéntanos cómo fue.