Mientras que Nintendo y varios estudios desarrolladores se encargaban de producir juegos para la pequeña portátil, otras compañías buscaron convertir el dispositivo de entretenimiento en uno de productividad. Y aquí es donde encontramos al WorkBoy, el accesorio perdido de Game Boy que lo hubiese convertido en un PDA.
Lanzado en 1989 al mercado, la Game Boy de Nintendo redefinió los juegos portátiles a lo largo de catorce años. Mientras la gran N junto con varios estudios desarrolladores se encargaban de los juegos, otras compañías buscaron convertir el dispositivo de entretenimiento en uno de productividad. InfoGenius tenía una línea de organizador, corrector ortográfico, guía de viaje y otros paquetes de juegos variados para el sistema que lo convertía en un semi PDA (del inglés personal digital assistant, asistente digital personal), pero era Fabtek el que quería hacer un esfuerzo adicional y convertir el Game Boy en una adecuada estación móvil de trabajo.
Y aquí es donde encontramos al WorkBoy, el accesorio perdido de Game Boy que lo hubiese convertido en un PDA. Este periférico del cual no sé sabe si llegó a ser comercializado en alguna parte del mundo, consistía en un teclado QWERTY que se conecta mediante el puerto de extensión/link del Game Boy y un clip de plástico para guardar el teclado detrás de la portátil de Nintendo. También incluye un software para permitir a los usuarios disfrutar de varias funciones como un reloj, agenda, termómetro, un calendario y hasta un conversor de medidas y monedas. Bastante completo para la época si tenemos en cuenta que este accesorio estaba planificado para salir en 1990.
El WorkBoy iba a tener un costo de aproximadamente $80 dólares. Incluso ya había planes de lanzar un WorkBoy 2, aún más inédito, que habría incluido una herramienta de procesador de textos. Todo muy lindo pero por muy intrigante que pueda ser la idea, no hay que olvidar que el Game Boy fue visto en gran medida como un juguete para los niños durante el apogeo previsto de WorkBoy. La mayoría de los chicos no necesitan un conversor de medidas o monedas.
En cierto modo, es una pena ya que el WorkBoy estaba realmente adelantado a su tiempo considerando la omnipresencia de los smartphones actuales con sus muchas aplicaciones de productividad.
