Quienes nos inclinamos por los perros a la hora de tener una mascota en la casa, sabemos qué es lo quieren con una precisión bastante aceptable. Sin embargo, un nuevo desarrollo sueco llamado No More Woof busca eliminar cualquier barrera restante en la comunicación humano-perro, a través de un headset que incorpora tecnología EEG, y un Raspberry Pi.
Rascar la puerta, aparecer de la nada cuando escuchan el ruido de un paquete, el juguete preferido en la boca, extraños gemidos mientras comemos… los perros se comunican con nosotros, de eso no hay dudas. Y aunque no pueden procesar por completo nuestras respuestas, algunas de ellas son reconocidas de inmediato, comenzando por el “no” (en forma opcional, claro) y el “vamos a la calle” (sin margen de error). Ahora, ¿cómo se podría mejorar eso? ¿Cuáles son las alternativas para lograr una mayor precisión? La opción tradicional ha sido el entrenamiento. Con modificaciones específicas del comportamiento y una estructura efectiva de recompensas, la relación entre el perro y su dueño puede ser mucho más dinámica. Pero la Sociedad Nórdica para la Invención y el Descubrimiento tiene una alternativa en mente: No More Woof.
Desde un punto de vista técnico, No More Woof es un headset EEG que interpreta las señales cerebrales de un perro. En teoría, estas señales son menos complejas en comparación con las señales de un cerebro humano, por lo tanto, se requiere un poder de procesamiento menor para procesarlas. Ese punto está a cargo de un Raspberry Pi. En un comienzo, los prototipos realizaban streaming de secuencias, pero con la intervención del famoso ordenador SBC, el análisis adquiere un perfil local. De acuerdo al modelo que el usuario escoja, No More Woof puede reconocer entre dos y cuatro patrones, como cansancio, hambre o curiosidad.
Sus desarrolladores no han dudado en calificar a No More Woof como un trabajo en progreso, y quien decida adquirir uno a través de su campaña en Indiegogo no debe perder de vista el hecho de que obtendrá una versión preliminar. La edición Micro, con un precio de 65 dólares, reconoce dos o tres patrones, mientras que la versión Golden utiliza dos sensores EEG, y cuenta con métodos más avanzados de calibración y actualización de software. La campaña de No More Woof comenzó el lunes pasado, y está muy cerca de alcanzar su meta de diez mil dólares. Lamentablemente, en ningún momento se puede apreciar un prototipo funcional, un detalle que ha generado varias dudas, pero también me gustaría saber cómo hago para convencer a mi perro de que no se arranque el headset y se lo coma…
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