Parece que, finalmente, uno de los experimentos más interesantes del genio Nikola Tesla comenzará a ser utilizado por todo el mundo. En efecto, 100 años después de que el científico fracasara en su intento de conseguir fondos para transmitir electricidad a través del aire, una empresa llamada WiTricity ha puesto a punto un sistema que hace exactamente eso: alimenta gadgets y electrodomésticos sin necesidad de cables.
Los experimentos relacionados con la transmisión de energía inalámbrica eléctrica no son nuevos. En realidad, se iniciaron en el siglo XIX, y durante todos estos años se han desarrollado varios métodos con dispares resultados. Sin dudas, uno de los pioneros en este campo fue Nikola Tesla, que hace casi 100 años construyó la torre Wardenclyffe en Nueva York, que disponía de una antena de 60 metros de altura para la emisión de energía. Lamentablemente, Tesla nunca consiguió los fondos necesarios (ni el apoyo de sus colegas) para popularizar su invento. Pero en un siglo en que todo parece ser inalámbrico, donde los teléfonos móviles o las conexiones WiFi son la norma, la sociedad parece por fin estar madura para proceder a cortar el último cable que nos mantiene “atados” al muro: el de la electricidad.
Varios investigadores ha seguido el camino de Tesla, pero utilizando los recursos que proporcionan la electrónica moderna, una tecnología que parece capaz de brindarnos los inventos más locos. Por ejemplo, un equipo de investigadores del MIT, liderados por Marin Soljacic, hace un par de años “resucitó” el concepto de Tesla y puso a punto un prototipo capaz de transmitir electricidad por el aire, sin necesidad de cables. El chisme prometía ser capaz de hacer funcionar desde reproductores MP3 hasta automóviles eléctricos, pasando por toda la colección de electrodomésticos y gadgets que puedas imaginar. Dos años han pasado desde esos primeros experimentos y el invento, ahora en manos de una empresa llamada WiTricity, fue presentado con éxito en una reciente conferencia de alta tecnología.
Eric Giler, el director ejecutivo de Witricity, sorprendió a los presentes demostrando cómo podía recargar la batería de los teléfonos móviles y hasta hacer funcionar televisores sin utilizar cables. La exhibición tuvo lugar en el marco de la conferencia TED Global en Oxford. Un eufórico Giler explico a los asistentes que su sistema “podría sustituir costosas millas de cables de alimentación y miles de millones de pilas desechables.” Según el director ejecutivo de Witricity, “se construyen algo así como 40 millones de baterías desechables cada año, que se emplean por lo general a solo unos metros de donde hay un toma corriente de pared”.
Witricity transmite electricidad por el aire. Para hacer su magia, aprovecha un fenómeno electromagnético conocido como “resonancia”, en el que un transmisor emite ondas electromagnéticas con una frecuencia de 10 Hz. La energía de estas ondas viaja a la velocidad de la luz por el aire, hasta llegar al receptor. Este dispositivo, también resonando a 10 Hz, se encarga de convertirla nuevamente en electricidad aprovechable por cualquier dispositivo normal. Este es un punto importante: el equipo que alimentemos con ese sistema no necesita ser modificado en absoluto. Simplemente, en lugar de enchufarlo en un sitio fijo de la pared, lo conectamos al receptor de Witricity.
La distancia entre el emisor y receptor, al menos en el prototipo utilizado en TED Global, puede ser de hasta cinco metros. Según las mediciones, este sistema tenía una eficiencia de transferencia de energía de un 40%. El flujo inalámbrico de electricidad no se ve interrumpido por planchas de madera, de metal u otros dispositivos electrónicos. Los humanos (u otros animales) no resultan afectados por esta emisión, ya que -según los ingenieros de la empresa- simplemente nuestros cuerpos son incapaces de “resonar” a esa frecuencia.
Eric Giler dice que su tecnología tiene el potencial necesario para reemplazar definitivamente el cordón de cobre que une nuestros cacharros a la pared. Incluso, podrían hasta recargarse las baterías de un coche eléctrico simplemente aparcándolo a menos de cinco metros de un dispositivo Witricity. Realmente impresionante. Seguramente habrá que efectuar estudios independientes que demuestren que la electricidad así transmitida no produce realmente efectos nocivos en el cuerpo humano. Si resulta ser tan inocua como aseguran en la empresa estadounidense, ya podemos ir despidiéndonos, al menos dentro de los edificios, de baterías y cables.