La exploración del espacio puede tener sus subidas y sus descensos, pero algo cierto es que nunca termina. Hay mucho para ver allí afuera, aunque tal vez sea aún más impresionante la cantidad de cosas que "no" podemos ver. Desde asteroides y cometas que podrían representar un peligro para la Tierra hasta estrellas enanas y débiles que se mantienen ocultas ante las lentes de otros telescopios, existe una incontable cantidad de cosas esperando a ser descubiertas. El nuevo telescopio infrarrojo WISE que la NASA lanzará dentro de pocos días tendrá como objetivo principal encontrar a esos sigilosos objetos, en un intento por conocer mucho mejor a todo lo escondido en nuestro cielo.
Los telescopios ópticos han sido una de las tantas herramientas que nos han permitido mirar al cielo y conocer sus secretos, pero existen cosas que pueden mantenerse ocultas incluso ante el poder de detección que poseen. Entre ellas podemos encontrar pequeños asteroides que no pueden ser observados a simple vista pero que podrían representar una amenaza para la Tierra, al igual que cometas alejados del sol, y tampoco debemos olvidar a las denominadas enanas marrones, intentos de estrellas que se quedaron en el camino al no poder la masa suficiente para iniciar la fusión nuclear que las convertiría en estrellas reales. Además de emitir muy poca luz (y enfatizamos el "muy poca"), los objetos son demasiado fríos, lo cual reduce severamente sus posibilidades de detección. Allí es en donde entra WISE, el nuevo telescopio infrarrojo de la NASA.
La capacidad de detección del WISE es muy superior a otros sistemas similares que se han puestos en órbita, como el IRAS de 1983, el Spitzer lanzado en 2003 y el AKARI en 2006. La misión del WISE, además de intentar detectar a aquellos objetos demasiado oscuros y fríos, se enfocará también en la Vía Láctea y en regiones lejanas de Universo. El WISE obtendrá la enorme cantidad de un millón y medio de imágenes durante los siete meses que durará su misión, formando aproximadamente un 99 por ciento del cielo. El WISE buscará en el cielo utilizando cuatro longitudes de onda de la banda infrarroja, con una sensibilidad mil veces mayor de la que tenía el IRAS a principios de los ’80. Se espera que con el WISE se incremente de forma considerable la cantidad de objetos detectables en nuestro Sistema Solar, y en su página oficial incluso se especula con la posibilidad de encontrar una estrella aún más cercana al Sol que Próxima Centauri, probablemente tan fría y tan pequeña que se mantiene oculta a nuestros telescopios actuales.
La NASA posee varios proyectos en actividad actualmente, pero el WISE se presenta como uno de los más interesantes, tanto por lo tangible de su objetivo (obtener imágenes) como por la cercanía de su lanzamiento. Sin calcular posibles demoras y/o variaciones, el WISE será lanzado el próximo 11 de diciembre, y alcanzará una órbita sincrónica a 525 kilómetros de altura. Es probable que con la ayuda del WISE obtengamos un panorama significativamente más completo de nuestro cielo. Su misión puede parecer corta, pero se mantiene dentro de los parámetros de otros telescopios similares, y la cantidad de imágenes que obtendrá en ese tiempo será cualquier cosa menos despreciable. Esperamos que todo vaya bien en su lanzamiento, y que podamos observar las primeras imágenes pronto.