Si hay una crítica recurrente entre los usuarios de Windows es que cada nueva versión funciona más lento que la anterior, y demanda hardware adicional para compensar la merma. En cambio, Redmond jura que sucede lo contrario, y ha mantenido relativamente estables los requerimientos. Aún así, todavía quedan muchas dudas, y el usuario TrigrZolt de YouTube publicó una comparación muy interesante en la que enfrenta a las principales ediciones de Windows comenzando con XP, sobre una plataforma común.
«Feature creep» y «bloatware» son dos expresiones a las que Microsoft conoce muy bien. En un intento por cubrir el número más amplio de configuraciones posibles, termina agregando funciones que la mayoría de los usuarios consideran irrelevantes. De hecho, no son tan raros los pedidos de «ediciones lite» de Windows, o un nivel superior de personalización a la hora de instalarlo. Con cada nuevo lanzamiento, se repite una pregunta clásica: ¿Son las versiones modernas de Windows más lentas que las anteriores?
El youtuber TrigrZolt decidió averiguarlo por su cuenta, usando como base un ordenador portátil Lenovo Thinkpad X220, equipado con un procesador Intel Core i5-2520M (2C/4T, 3.2 GHz de Turbo), 8 GB de RAM en DDR3, vídeo Intel integrado, y un disco duro convencional de 300 gigabytes. Las versiones enfrentadas son cinco: Windows XP, Vista, 7, 8.1 y el build más reciente de Windows 10. Windows XP es el único en 32 bits (por lo que no puede aprovechar esos 8 GB), y en todos los casos poseen las últimas actualizaciones:
La primera prueba se enfoca en el inicio del equipo, y aquí debemos recordar que tanto Windows 8.x como 10 tienen a su favor «Fast Startup», que les permite arrancar y apagar el equipo con mayor velocidad. Windows 8.1 y Windows 10 tomaron la delantera aquí, seguidos casi de inmediato por XP. Windows 7 fue el más lento.
El almacenamiento nos recuerda que XP es el más «pequeño» de los cinco, con apenas 14 gigabytes ocupados. Al momento de abrir aplicaciones nativas, Windows 8.1 vuelve a quedar al frente con el Explorador de Archivos pero termina último con la calculadora, y XP gana con el Bloc de Notas. Al cargar Paint, XP y Vista tomaron el primer lugar.
El consumo multimedia es bastante errático: La apertura de fotos fue más rápida en XP, pero Windows 7 lideró la carga de vídeos usando VLC Player «y» Media Player. La instalación de un navegador, en este caso Firefox ESR compatible con todos los Windows aquí mencionados, hace que Windows 8.1 salte al primer lugar otra vez. En cambio, la ejecución de Firefox y la visita posterior a YouTube tuvo cierta ventaja en Windows 10. Lo opuesto sucedió al entrar a Microsoft.com, con 10 y XP quedando últimos.
El paquete Office 2010 le dio una victoria a Vista con Word, pero Excel y PowerPoint se abrieron más rápido en 8.1, y aquí llama mucho la atención el tiempo que tardó Windows 10 en cargar todo. Vista se llevó otro punto en la transferencia USB de archivos, mientras que XP finalizó último aquí, al igual que en el escaneado de archivos con Malwarebytes (Windows 10 fue primero en esa tarea).
Para finalizar, el benchmark general quedó a cargo de Geekbench 2, y la victoria de Vista podrá parecer sorpresiva, pero las diferencias son menores al 2 por ciento, salvo el caso de Windows 10, que no logró quebrar la barrera de los 6200 puntos. El test de apagado se lo llevan 8.1 y 10, cortesía de Fast Startup.
En resumen, la prueba tal vez no posea el rigor científico necesario, pero nos sirve como referencia para confirmar ciertos aspectos. Por ejemplo, los controladores IDE y SATA de Windows XP han sido históricamente horribles (o peor aún, inexistentes), y si a eso sumamos la creación de particiones desalineadas por parte de su instalador, no nos sorprende que su rendimiento en transferencias sea tan pobre.
En la otra acera, Windows 10 no se lleva tan bien con el hardware antiguo, y esto es algo que le he indicado a mucha gente: El Lenovo ThinkPad X220 es un ordenador del año 2011, en la configuración no hay un SSD, algunos chips 2C/4T sufren al sistema operativo, y también debemos considerar detalles secundarios como las mitigaciones Meltdown/Spectre.
¿Eso significa que lo ideal es regresar a 8.1? No necesariamente, pero si tienes un ordenador humilde al que planeas usar por un poco más de tiempo (algo muy común en estos días de pandemia, trabajos perdidos y precios imposibles), el combo 8.1+Open-Shell podría ser una excelente alternativa.