El primer parche de actualización de Windows Vista traerá DirectX 10.1, con lo cual muchas de las tarjetas gráficas disponibles en el mercado pierden compatibilidad. Ahora los usuarios se enfrentarán a la disyuntiva de instalar el pack y cambiar su tarjeta gráfica, o quedar como están. ¿Y ahora que hacemos?
De acuerdo a las primeras estimaciones Vista SP1 precisaría alrededor de 1,5 gigabytes de espacio adicional para el sistema operativo. Lo cual es totalmente descabellado, desmedido y todas los adjetivos similares que se te ocurran. Pero ahora empezamos a descubrir otra verdad, que deja en evidencia la forma de proceder de Microsoft, y que hará que muchos usuarios realmente se enojen: si actualizas a Vista SP1 puedes irte olvidando de utilizar tu actual tarjeta gráfica, si es que esta es NVIDIA.
El problema es que increiblemente (o son tácticas de los fabricantes, imposible saberlo a ciencia cierta aunque tenemos una corazonada) todas las placas que soportan DirectX 10 no son compatibles con la nueva versión, 10.1, por lo que toda la gama GeForce 8 de NVIDIA y la HD 2x de ATI Radeon quedan fuera de Vista SP1, al menos para seguir ofreciendo lo que todo gamer quiere: máxima velocidad, calidad y estabilidad en los videojuegos.
Es que DirectX 10.1 ofrece muchísimas mejoras, entre ellas un mayor control de recursos de sombreado, luces y antialiasing, por lo que seguramente marcará una buena diferencia en gráficos para videojuegos o aplicaciones 3D. ATI ha lanzado dos tarjetas que si soportan DirectX 10.1: las Radeon 3850 y 3870. En cambio, NVIDIA no tiene por el momento planes de lanzar productos que lo soporten, y de hecho están ya trabajando en sus próximos desarrollos, que serán compatibles con DirectX 11.
Una vez más el usuario final es el gran perjudicado, y el último eslabón en la cadena, ese al que nadie le presta atención. Cuando debiera ser todo lo contrario. ¿Se vienen las protestas? Si, tu, gamer: a inundar los foros…