Decisiones internas y cuestiones de mercado hacen que tengamos conocimiento sobre versiones de Windows populares y destinadas al consumo masivo. Sin embargo, la realidad indica que hay otras versiones de Windows orientadas a objetivos específicos, y que a pesar de la postura oficial de Redmond, podrían hacer mucho bien entre los usuarios finales. Una de esas versiones es Windows Thin PC, más sencilla, más compacta y con una funcionalidad reducida en comparación con el Windows 7 “convencional” que conocemos, pero que pide a gritos ser instalada en “clientes delgados” y sistemas con algunos años de edad.
Si has tomado la decisión de comprar un ordenador, lo más probable es que lo adquieras con alguna versión de Windows 7 preinstalada. Entre las netbooks, Windows 7 Starter es quien suele dirigir la orquesta. Para aquellos modelos que exceden la configuración de una netbook promedio y ya coquetean con el término “notebook”, o se encuentran entre los ordenadores de escritorio “iniciales”, encontramos a Home Basic. Finalmente, Home Premium cubre la demanda para toda la gama media-alta del hardware. Ultimate suele ser preinstalado en algunas configuraciones “extremas”, y Professional aparece en ordenadores orientados al mundo empresarial, como por ejemplo las portátiles ThinkPad de Lenovo. Este “reparto” de versiones nos puede hacer creer que Microsoft tiene todos los ángulos cubiertos, pero hay más. La versión Enterprise (un equivalente de Ultimate para empresas), sólo está disponible en licencias por volumen, y todavía quedan dos Windows más, excluyendo las variantes “N” y “KN”.
Windows Embedded Standard es una versión “integrada” de Windows 7, destinada a sistemas dedicados como ordenadores POS (Point of Sale). Windows Embedded está considerado como un miembro más de la “familia CE” de sistemas operativos, aunque sus requerimientos, si bien un poco más bajos que los del Windows 7 convencional, se encuentran en un perfil más alto que en versiones anteriores. Al mismo tiempo, otro derivado de Windows Embedded Standard es Windows Thin PC. En esencia, Windows Thin PC está destinado a entornos empresariales en donde se necesitan sistemas compactos que sean fácilmente administrados de forma remota. Windows Thin PC puede ser instalado en los llamados “Clientes Cero”, que no cuentan con un sistema operativo local, sino que recurren a la virtualización para ofrecer entornos de trabajo. Al mismo tiempo, otra de las ventajas que ofrece Windows Thin PC es que las empresas puedan reutilizar hardware al convertirlos en “Thin Clients” o “clientes delgados”, extendiendo su vida útil y reduciendo costos. Sin ir más lejos, este sistema operativo es el heredero de Windows Fundamentals, el cual ya hemos visto aquí previamente.
Lo único que ofrece Microsoft al público sobre este sistema operativo es una versión de demostración que dura noventa días. El problema para obtener una copia cien por ciento funcional de Windows Thin PC no es otro más que su método de distribución. Microsoft considera a Windows Thin PC como un “beneficio” para aquellos clientes que sean parte de un programa compatible con “Software Assurance”, algo muy por encima de las necesidades de un usuario promedio. Por otro lado, el aspecto “Thin” está aplicado en otros aspectos del sistema operativo (System Restore y Windows Search están ausentes, por ejemplo), incluyendo su demanda de espacio en disco (cuatro veces menos), aunque no tanto en sus requerimientos mínimos. Después de todo, su raíz es Windows 7, por lo cual 1 Ghz de reloj en el procesador y 1 GB de RAM siguen siendo la regla aquí. Windows Thin PC sería algo que definitivamente nos gustaría probar en nuestros sistemas. Es una pena que cuestiones de licencias nos dejen fuera.