Muchos recuerdan a Windows Movie Maker, aquel editor de vídeo que venía incorporado por defecto en Windows XP. Para muchos sirvió una introducción a la edición casera de vídeos, pero si bien se presentaba como una herramienta simple, poseía algunas limitaciones. La versión para Windows Vista fue, como casi todo en ese sistema operativo, considerada peor que la de Windows XP. Ahora, el gigante de Redmond cambió algunas de sus políticas en relación con el software incorporado en Windows, y traslado a Movie Maker al escuadrón de aplicaciones "Live", entre las que se encuentra el archiconocido Windows Live Messenger. Finalmente, la versión Live del Movie Maker ha salido de su beta, y está disponible en versión final para todos los interesados que quieran seguir editando vídeos, y que posean el hardware necesario, claro.
Desde el comienzo hay que tener cuidado con el método de instalación de Movie Maker. Por defecto, el usuario debe descargar un instalador web que no solo sirve para este programa, sino para todo el repertorio de aplicaciones Live. Por más que se puedan escoger las aplicaciones a instalar, el paquete Live puede ser considerado como "Bloatware". Además de cada aplicación, el instalador puede agregar suplementos necesarios para el correcto funcionamiento del software, lo que hace que las descargas sean aún más grandes, y que ocupen más espacio en nuestros sistemas. Sólo para que se den una idea: Si escogen solamente a Movie Maker, Photo Gallery se instalará de todas formas, aún si no lo deseamos así. Definitivamente, un primer paso en falso para Movie Maker y la legión que lo acompaña. Ah, una cosa más: Sólo funciona en Windows Vista y Windows 7.
La interfaz del nuevo Movie Maker es simple, con la evidente implementación del nuevo formato Ribbon al que Microsoft se ha vuelto adicto desde su aparición en Office 2007. De hecho, si han utilizado Office 2007, entonces no se sentirán tanto como extraños en Movie Maker. La vista preliminar del vídeo está colocada a la izquierda de la pantalla, mientras que todas las imágenes que el usuario vaya accediendo y/o importando, aparecerán en el panel de la derecha. Las herramientas disponibles para vídeo, audio y texto se encuentran disponibles en la forma de pestañas, un concepto que ha llegado para quedarse en el software de hoy, ya que cada vez son más los programas que recurren a alguna forma de pestañas para mostrar un menú o una opción especial.
El nuevo Movie Maker incorpora algunas funciones que simplifican y automatizan la creación de clips. De más está decirlo, el ratón es el mejor amigo de quienes utilicen este programa, arrastrando y soltando imágenes y clips. El agregado de subtítulos y créditos están a la orden del día, al igual que las "animaciones", que básicamente son efectos de zoom y paneo. La función AutoMovie será especialmente apreciada por aquellos que deseen un vídeo rápido y sin mucha intervención adicional, pero hay cosas en las que el usuario deberá realizar algunos ajustes, más allá del nivel de automatización que posee Movie Maker. Entre esas cosas podemos destacar la adición de audio a un vídeo. Agregar una canción a un vídeo es relativamente fácil, pero si esperan alguna clase de edición o efecto especial sobre el audio aplicado de forma automática, terminarán decepcionados.
Probablemente el punto más fuerte del nuevo Movie Maker se encuentre entre los métodos de distribución para los vídeos. Se pueden grabar a un DVD, transmitirlos vía streaming, verlos en dispositivos como el Zune y el iPod, enviar por correo y guardar en un teléfono móvil, entre otras opciones. Sin embargo, la más llamativa es la de publicar el vídeo directamente en YouTube y/o Facebook. Para lograr esto se necesita poseer una cuenta en ambos sitios, pero será cuestión de tiempo para ver a YouTube y Facebook invadido por vídeos caseros, los cuales probablemente estén basados en imágenes que los usuarios ya publicaron en Facebook. Microsoft ha dejado la puerta abierta para un soporte extendido hacia otras redes sociales, pero de momento, sólo es posible en YouTube y Facebook.
En resumen, es casi inevitable que Windows Live Movie Maker se convierta en la opción número uno para quienes desean realizar ediciones caseras sin tener que devorar un manual de doscientas páginas para lograr un simple vídeo del cumpleaños de un caniche Toy o un gato siamés. Su instalación engorrosa, su indeclinable dependencia de los formatos Windows Media y sus restricciones técnicas (Windows XP no es soportado, se necesita vídeo con Pixel Shaders en su versión 2.0) pueden provocar varias molestias, pero la facilidad con la que los usuarios podrán crear "diapositivas de vídeo" utilizando sus imágenes personales, puede llegar a ser suficiente como para ignorar estos hechos.