La llamada «Evaluación de la Experiencia en Windows» nos ha ayudado a determinar, desde la época de Windows Vista, cuáles son los puntos más robustos en la configuración de un ordenador, y cuáles necesitan ser optimizados con nuevo hardware. Desde el lanzamiento de Windows 8.1, este benchmark interno de Windows brilla por su ausencia, pero con el programa Winaero WEI Tool es posible traerlo de regreso en ese sistema, y también en Windows 10.
Continuando con este «lunes de benchmarks» por así llamarlo, debemos recordar a la Evaluación de la Experiencia en Windows. Desde un punto de vista técnico, la evaluación de la experiencia representa el puntaje final que Windows asigna a nuestro hardware, en un intento por establecer qué tan bien funcionará el sistema operativo sobre él. La herramienta en segundo plano que se encarga de realizar las pruebas es la Windows System Assessment Tool, mejor conocida como WinSAT. Su aventura empezó en el año 2007 con Windows Vista, y ganó cierta relevancia ayudando a los usuarios a comprobar si Windows Aero podía funcionar decentemente, o si colocaría de rodillas al ordenador. Esta evaluación recibió actualizaciones en Windows 7 y Windows 8, pero con la llegada de Windows 8.1, se esfumó en el aire.
Si bien hay razones técnicas para ello, los usuarios interesados en esta evaluación pueden traerla de regreso utilizando una pequeña aplicación llamada Winaero WEI Tool. Básicamente, lo que hace es reproducir la interfaz de la Evaluación de la Experiencia en Windows, y activar todos los benchmarks relevantes para generar el puntaje en cada caso. Esto es posible ya que WinSAT aún existe en Windows 8.1 y Windows 10, sólo que no se puede acceder a esa herramienta directamente. Los viejos métodos requerían una ejecución de comandos avanzados a través de PowerShell, sin embargo, Winaero WEI Tool elimina esa necesidad de raíz.
Ahora… algunos detalles. Más arriba hablé de «razones técnicas» para retirar la puntuación, y una de ellas es que los resultados no son completos bajo Windows 10. Por algún motivo, Microsoft ya no realiza cálculos de rendimiento sobre gráficos 3D, y esto implica que el resultado siempre sea 9.9 debido al hard-lock presente. Dicha decisión hace que la evaluación tenga números levemente inflados en Windows 10, pero el puntaje definitivo es establecido por la prueba más baja, así que no es algo tan grave.
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