Cuando te sientes frente a tu ordenador, haces uso de una interfaz gráfica de usuario. Da lo mismo que uses Windows Vista, Mac OS X, Linux o cualquier otro sistema operativo. Esta metáfora de iconos y ventanas controlados con un mouse es mucho más antigua de lo que crees, de hecho es anterior a los PC que hoy dominan el mundo. Y si, también es anterior al mismísimo Windows.
Había una vez un mundo donde los ordenadores eran maquinas enormes, caras y muy complicadas de usar. La información se representaba sobre pantallas mediante crípticos caracteres, los programas se ejecutaban mediante órdenes escritas que solo los especialistas manejaban con soltura, y los documentos que veías en la pantalla no se parecían en nada a lo que obtendrías al imprimirlos.
La década de 1970 estuvo dominada por estas maquinas. Básicamente, se tenía un ordenador central caro y poderoso, y muchas terminales “bobas” que no eran más que una extensión del ordenador principal. Todo el trabajo se hacía sobre una interfaz basada en caracteres. Las impresoras rara vez eran capaces de imprimir algo más que letras y números, a menudo utilizando para ello una sola tipografía.
Por otro lado, comenzaban a aparecer las llamadas “Home Computers”, u Ordenadores Hogareños. Estos pequeños artefactos eran muchísimo más limitados que los ordenadores utilizados por las empresas, pero tenían la ventaja de ser accesibles por el público en general, ya que su costo era miles de veces menor. Además, eran mucho más sencillas de usar. Lamentablemente, no se podían realizar las tareas de cálculo o manejo de enormes bases de datos en un pequeño ordenador domestico. En algún lugar, a mitad del camino entre estas dos familias, estaba el futuro.
La empresa Xerox, especializada en el desarrollo y fabricación de maquinas copiadoras, intuyó que el empleo de ordenadores en algún momento haría posible la “oficina sin papeles”: los documentos se transferirían directamente entre ordenadores, siendo muy pocos los casos en que se justificase que la información fuese impresa obre papel. Para una empresa que fabricaba fotocopiadoras, este iba a ser un mundo muy difícil.
La solución al problema de Xerox pasaba por formar parte de las oficinas del futuro, basadas en ordenadores más pequeños que un mainframe, pero más poderosos que una Home Computer. Para ello, creo una división especial llamada PARC (Palo Alto Research Center, o “centro de investigación de Palo Alto”), con sede en Palo Alto, California. Ese centro, que sería la cuna del paradigma de la interfaz gráfica de usuario (GUI), fue fundado en 1970.
PARC estaba integrado por un selecto grupo de investigadores en hardware, software y otras ciencias relacionadas. Se dice que en un momento determinado, de los 100 mejores investigadores del mundo, 58 trabajaban en Palo Alto. En PARC se crearon muchos de los estándares actuales, pero Xerox fracasó al intentar convertirlos en productos comerciales.
Casi todos los elementos que forman parte de tu pantalla nacieron el PARC. Los iconos, las ventanas y los gráficos de mapas de bits tuvieron su origen en Palo Alto. Pero también en el PARC se utilizarían por primera vez el ratón, el mando de juegos, la red Ethernet, las primeras impresoras láser y la programación orientada a objetos mediante el lenguaje Smalltalk.
Xerox invirtió más de 100 millones de dólares en este proyecto, que darían como resultado directo dos inventos: el Alto, que fue el primer ordenador personal, aunque no se llegara a comercializar, y el Star. El entorno gráfico de estos ordenadores puede considerarse como las primeras GUI disponibles.
El Xerox Star no era un ordenador independiente. Formaba parte de un sistema que se conectaba con otras estaciones de trabajo y servicios de red vía Ethernet. Costaba unos U$S 16.000, pero necesitaba de un servidor de archivos y un servidor de impresoras. Instalar una oficina con dos o tres Star podía costar entre U$S 50.000 y U$S 100.000. Solamente se vendieron unas 25.000 unidades.
Pero a pesar del fracaso comercial, Xerox y sus investigadores estaban destinados a cambiar la historia de la informática. Jef Raskin fue uno de los integrantes del equipo de trabajo de Palo Alto, que se pasó a la recién nacida Apple. Raskin convenció a Steve Jobs (CEO de Apple) de que debía visitar Palo Alto para ver lo que allí se investigaba.
Hasta ese momento, Apple se había esforzado por ofrecer un ordenador de uso masivo y fácil de usar. Cuando Jobs vio los resultados y prototipos de PARC, supo que esa era la tecnología que necesitaba para sus ordenadores. Aquí aparecen dos versiones de la historia: una sostiene que Jobs directamente “robo” las ideas de Xerox, mientras que la otra dice que el empresario le entregó a Xerox acciones de Apple a cambio del permiso para volver a PARC con algunos de sus programadores, para inspirarlos en los conceptos de GUI, y Xerox estuvo de acuerdo.
En esa época Apple estaba comienza a trabajar en los proyectos Lisa y MacIntosh. Si bien las interfaces de ambas empresas no eran idénticas, el concepto era básicamente el mismo. En PARC había íconos, pero no estaban asociados con archivos. Se empleaban más que nada como botones para ingresar comandos de acción. Apple llevó todo esto mucho más lejos, pero sin copiar el código de Xerox. Solo tomó ideas, el diseño de ambas interfaces y sistemas fue radicalmente distinto. Todos los sistemas operativos posteriores de Apple, incluso los derivados de NEXTSTEP, tienen algo de lo creado por PARC.
Otro dato que mucha gente desconoce es que Microsoft fue una de las primeras compañías en desarrollar software para Apple. Steve Jobs tenía muy claro que necesitaba software para que MacIntosh fuese un éxito, y Microsoft era la solución. En sus orígenes, la empresa de Bill Gates se especializaba en los lenguajes de programación. Más tarde comprarían y revenderían a IBM el DOS ingresando al mercado de los Sistemas Operativos. El nacimiento de MacIntosh coincide con el ingreso de Microsoft en el mercado de las aplicaciones.
Para poder escribir un programa de ordenador, es necesario conocerlo todo sobre él, por lo que Jobs tuvo que mostrar a Microsoft los primeros prototipos de MacIntosh. A Bill Gates le causó muy buena impresión el sistema operativo de Apple, y comienza a buscar la forma de emplear los iconos, ventanas y mouse en la plataforma IBM PC.
Según cuentan algunos, Gates presionó a Jobs para que le permita utilizar partes de la interfaz de Macintosh en PC, a cambio de no demorar el lanzamiento de las aplicaciones que Apple necesitaba. Esto sería el puntapié inicial para lo que luego se llamaría Windows 1.0. Todas las futuras demandas legales de Apple contra Microsoft por el uso de algunos elementos de la GUI se vieron debilitadas debido a este antiguo acuerdo entre ambas empresas.
A pesar de ser historia reciente, muchos de los hechos detrás de la historia de Windows tienen visos de leyenda. Se dice que Microsoft se llevó el mejor programador de Mac para que tomara casi todas las decisiones de diseño de la primera versión de Windows. Se asegura que Bill Gates le dijo “la PC debe verse y trabajar tal como una Mac”. Por supuesto, esta es la historia favorita de los usuarios del sistema operativo de Apple.
Mas allá de todo esto, lo que hay que rescatar de esta historia es la labor fundamental que realizó el PARC de Xerox. Sin los trabajos de Palo Alto, la informática posiblemente nunca hubiese sido una herramienta accesible a todo el mundo, ya que sin una interfaz grafica sencilla de usar, solo pequeño porcentaje de los actuales usuarios podría manejar un ordenador.
Muchas veces las grandes ideas parecen adelantadas para su época, o fracasan como productos comerciales. En lo que hace a las interfaces graficas, Xerox hizo una excelente labor de investigación, y empresas como Apple y Microsoft se encargaron de convertirlas en un producto masivo.