Parece un cuento de nunca acabar, pero si se trata de Microsoft, la palabra "monopolio" es para algunos tan grande como un asteroide. Con ciertos problemas manifestándose en el frente europeo, el gigante de Redmond ahora deberá prestar atención en tierra americana, debido a ciertos anuncios por parte de oficiales gubernamentales quienes, a falta de una frase más técnica, dijeron que van a colocar a Windows 7 bajo el microscopio para ver si le encuentran algo raro a nivel legal.
Desde el año 2002, Microsoft ha seguido las pautas establecidas en la resolución que logró alcanzar tras el episodio en el que se acusó a la empresa de prácticas monopólicas, en violación de la ley de competencia vigente en los Estados Unidos. Ahora, con todo el ruido periodístico enfocado en Windows 7, la comisión anti-monopolio se lanza una vez más al ataque, anunciando que analizarán de manera "mucho más profunda" al nuevo sistema operativo. Esta resolución ha obligado a Microsoft desde entonces a reportar a la junta los cambios más significativos en sus sistemas, de forma que desarrolladores de diferentes clases de software puedan crear herramientas que funcionen a la perfección con Windows, aún si esas herramientas están en competencia directa con otras ya integradas en el sistema operativo.
Es sabido que Windows 7 está bajo vigilancia desde hace bastante tiempo, incluso desde inicios del año pasado. Pero con la salida de la beta 1, se ha llegado a la conclusión de que la resolución alcanzada en 2002 no sólo deberá ser aplicada de forma más intensa, sino que una gran cantidad de los documentos legales involucrados deberán ser revisados con detalle, además de otros tantos que deberán ser creados para adaptarse al marco legal.
Esto es un indicio de que las leyes anti-monopólicas no son tomadas a la ligera. Teóricamente, el acuerdo alcanzado por Microsoft debió haber expirado en noviembre de 2007, pero tras los reclamos de varios estados se decidió que la vigilancia sobre el gigante de Redmond fuera extendida por dos años más. Hasta entonces, Microsoft deberá escribir con una letra muy fina si no quiere verse forzado a destripar a Windows 7 para remover funciones consideradas inapropiadas, que impidan una sana competencia.
Tal vez pueda evitar esto en los Estados Unidos, pero del otro lado del charco las cosas no serán nada sencillas. Además de existir la posibilidad de que Microsoft lance su sistema operativo con la posibilidad de instalar otros navegadores, ahora se habla de que además de eso debería darle a los usuarios la opción de desactivar partes del código de Internet Explorer. Microsoft ha lidiado con situaciones similares en el pasado, y ha sabido permanecer de pie frente a todas ellas. Pero ahora, la gran pregunta es: ¿Cómo van a hacer para librarse de esta?