Faltan menos de 24 meses para que Windows 10 se quede sin soporte oficial gratuito, y ese sistema operativo sigue instalado en más del 65 por ciento de los equipos. Microsoft ha tratado de convencer a sus usuarios de actualizarse a Windows 11 en múltiples oportunidades, pero sus absurdos requerimientos de hardware y la falta de respuestas al feedback por parte de Redmond provocan una reacción natural e inevitable: Imaginar que ofrecerá Windows 12. El canal «AR 4789» en YouTube da un paso en esa dirección con un concepto bastante interesante…
El único dato que podemos llamar «firme» sobre Windows 12 actualmente, es que vamos a ver inteligencia artificial hasta en la sopa. Al otro lado del charco dicen que Redmond «apostó la granja» en esa tecnología, pero creo que esa apuesta incluye sus edificios, coches, aviones, la casa de invierno, la casa de verano, y un par de platos voladores.
Todas las flechas apuntan a 2024 como año de lanzamiento (algunos sugieren «segundo semestre»), y la otra tecnología que ganaría relevancia en Windows 12 además de la inteligencia artificial es la arquitectura ARM, pero hay una pregunta gigante en segundo plano que no podemos ignorar: ¿Qué va a pasar con la interfaz? En lo personal, creo que la respuesta es «nada», y que Windows 12 será muy similar a Windows 11, pero este concepto publicado por «AR 4789» en YouTube nos enseña algunas ideas y posibilidades que Redmond podría implementar sin demasiado esfuerzo…
Windows 12 en un universo paralelo
La barra de tareas convertida en un dock, y una segunda barra en la parte superior con la caja de búsqueda y el widget del clima son ciertamente interesantes (imagino que los usuarios de Linux se deben estar riendo), pero lo que más ruido hace es el menú de inicio minimalista, sin recomendaciones, ni sugerencias, ni nada que se le parezca. También hay un poco de amor para el explorador de archivos, un drag and drop más inteligente, y un menú de configuración mucho mejor diseñado.
En cambio, la sección de sonido no me convence (todo eso debe ser accesible desde la barra de tareas), y las Quick Settings dependen demasiado de widgets, aunque un control de Bluetooth más coherente sería definitivamente bienvenido (lo dije antes y lo repito, el soporte Bluetooth en Windows 10 y 11 es vergonzoso). El factor de inteligencia artificial aparece incorporado a la generación de fondos de pantalla, y el modo oscuro no se ve nada mal.
En resumen, creo que no se necesita demasiado para mejorar la estética de Windows, pero Microsoft es como el escorpión picando a la rana: No puede con su naturaleza.