Cada vez que cometemos el error de creer que no queda nada por decir sobre el sistema de actualizaciones en Windows 10, Microsoft sale al cruce y nos deja un regalo en la mesa. El horror del build 1809 obligó al gigante de Redmond a pensar con mayor profundidad su estrategia de updates, y la conclusión es que a partir de la versión 1903, el sistema operativo tomará en promedio unos 7 GB adicionales de disco para garantizar la estabilidad del proceso de actualización y el funcionamiento general de Windows 10 frente a una hipotética falta de espacio.
Los últimos registros indican que apenas el 6.6 por ciento del ecosistema de Windows 10 se encuentra en la versión 1809 de «octubre». El fracaso de esta actualización ha sido tan grande que dejó en duda a todo el mecanismo de updates para Windows 10. ¿Acaso Redmond ve los reportes del programa Insider que comparten los usuarios? ¿Son necesarias dos actualizaciones mayores por año? ¿La gente asignada a la corrección de bugs es suficiente? Dudas razonables que Microsoft deberá resolver tarde o temprano, pero si nos guiamos por sus novedades más recientes, parecen haber comenzado por el otro extremo. Un problema clásico de Windows es que comienza a funcionar mal cuando no hay espacio suficiente en disco. El mismo efecto se extiende a muchas aplicaciones, y por supuesto, al mismísimo Windows Update. ¿La respuesta oficial? Reservar espacio como nunca antes.
A partir de la próxima actualización mayor, Windows 10 contará con una nueva función para reservar espacio en disco, creando así una zona especial asignada a cachés, archivos temporales, aplicaciones y hotfixes. Un representante de Microsoft indicó que la reserva de espacio será habilitada automáticamente en todos los ordenadores que salgan al mercado con Windows 10 1903, o en instalaciones limpias del mismo build. En el caso específico de las actualizaciones, la idea es que traten de usar ese almacenamiento reservado primero, y el sistema operativo se encargará de vaciar o expandir la reserva como sea necesario.
Aquellos miembros del programa Insider ya están en condiciones de evaluar a la reserva de espacio si se encuentran en el build 18298 o superior. El texto oficial confirma que el almacenamiento reservado no puede ser eliminado. El promedio inicial es de unos 7 gigabytes, pero el usuario tiene la posibilidad de influir (hasta cierto punto) en el número final desactivando funciones opcionales o desinstalando lenguajes secundarios. Una vez más, las intenciones de la compañía parecen ser buenas, y desde un punto de vista práctico es probable que la reserva de almacenamiento sea efectiva, pero el problema de fondo no cambia: El usuario está obligado a compensar las deficiencias estructurales de Microsoft con recursos de hardware.
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menos mal que era un “sistema operativo para volver a dar vida a equipos antiguos”