Damas y caballeros, se acabó la espera. Windows 10 llegó a la civilización y Microsoft sigue de pie, por lo tanto, debemos asumir que el lanzamiento general de su nuevo sistema operativo ha sido un éxito. La prensa especializada se arrojó con determinación sobre Windows 10, y nuestras propias instalaciones apenas salieron del horno. Si quieres tener una idea más sólida antes de instalarlo en tu sistema, sigue leyendo.
El 26 de octubre de 2012 es una fecha que quedará grabada a fuego en los pasillos de Redmond. Más allá de los cambios en la interfaz y de algunas decisiones técnicas cuestionables, Windows 8 fue víctima de la repugnante política interna en Microsoft. Sus actualizaciones posteriores trataron de apagar el incendio, pero los usuarios ya lo habían crucificado. «Déjà vu, Windows Vista». El control de daños resultó ser tan amplio, que la compañía decidió saltar un número de versión. Y así llegamos a Windows 10, o mejor dicho, Windows 10 llega a nosotros. Varias de las ideas desplegadas en Windows 8 no eran tan malas, pero requerían de cincel y martillo con urgencia. Y al mismo tiempo, Windows 8 confirmó (de la peor manera) que el concepto de escritorio no se irá a ninguna parte mientras el sistema operativo siga llevando el nombre Windows.
En otras palabras, Windows 10 busca ofrecer lo mejor de ambos mundos, y si nos guiamos por lo que hemos visto hasta ahora, el saldo es muy positivo. Los servidores de Redmond no explotaron, ni tampoco hubo problemas al momento de activar las copias. El gran problema de Microsoft en este caso no fue otro más que la comunicación. Idas, vueltas, reportes vagos, portavoces equivocados, declaraciones imprecisas, cambios de opinión… era como si Microsoft deseara crear una catástrofe de relaciones públicas por semana. Afortunadamente, todo eso quedó atrás. ¿Quieres Windows 10 gratis? Súmate al programa Insider y participa de la «beta perpetua» con builds y actualizaciones potencialmente inestables. ¿Utilizas alguna copia legal (sea retail u OEM) de Windows 7 SP1 o Windows 8.1? El icono de acceso a Windows 10 sin costo debería estar en la bandeja de sistema. Si no aparece (hay docenas de motivos para ello), o prefieres un control más directo a través de una imagen ISO, la «Media Creation Tool» oficial tiene lo que necesitas, salvo la paciencia (el proceso de descarga puede demorar un buen rato).
Si logras evitar a los demonios digitales (detalles extra más adelante) y sobrevivir al proceso de instalación, tu ordenador te recibirá con una imagen similar a la que aparece más arriba. ¿Por dónde empezamos? Bueno, el menú de inicio está ahí, aunque no necesariamente en su versión clásica. Todos los iconos (animados o no) son opcionales, y el menú en sí puede ser redimensionado como una ventana. Lo primero que hice fue probar al nuevo navegador Edge… y debo reconocer que funciona bastante bien. Representa un salto de calidad importante si lo comparamos con Internet Explorer, el interruptor dedicado a Adobe Flash Player es una muy buena idea, me gustó mucho su apariencia general, y la promesa del soporte para extensiones en el futuro lo hace aún más interesante. De momento no creo que logre convencer al usuario de abandonar a otros navegadores, pero si tienes algunos minutos de sobra, la exploración de Edge vale la pena. Después de varios años de guerra fría entre Internet Explorer y la gente, el nuevo Edge podría restaurar las relaciones diplomáticas.
Si el debut de Windows 10 no es color de rosa, se debe a una sola palabra: Privacidad. Básicamente, el usuario deberá invertir entre diez y veinte minutos explorando todas las opciones para transmitir y compartir datos que posee el sistema operativo, incluyendo al controvertido Wi-Fi Sense, capaz de enviar la contraseña de nuestra red WiFi a los contactos registrados (Configuración – Administración de Wi-Fi – WiFi Sense – Desactiva todo). La sincronización de datos también estará activada de fábrica si utilizas una cuenta de Microsoft para ingresar a Windows 10, un detalle que ayuda a revalorizar la creación de una cuenta local. Cortana se perfila como una secretaria extraordinaria en nuestro escritorio, pero no trabaja por arte de magia, y debe recolectar mucha información sobre nosotros durante una sesión normal. La clave de cifrado se guarda en OneDrive si BitLocker es activado, y las nuevas políticas de privacidad que entran en efecto el sábado dejan bastante que desear. La gran mayoría de las opciones pueden ser desactivadas, pero Microsoft deberá desarmar esta bomba antes de que explote en su cara.
Para finalizar (por ahora), un poco de humor. Microsoft ha hecho historia en más de una ocasión, y no siempre de la mejor manera, pero cuando surge una pequeña posibilidad para las bromas, los usuarios no tienen piedad. ¿Qué nos ofrece Windows 10? Probablemente el material de meme más puro que hayamos visto en años. Redmond tiene una mala reputación con los mensajes de error, y las pantallas azules de Windows han recorrido el mundo, sin embargo… esto va a reescribir varios libros. Continuará.
