Durante el día de ayer, millones de usuarios que poseen Windows 7 y Windows 8.1 en sus ordenadores fueron informados a través de una notificación especial que Windows 10 estará disponible a partir del próximo 29 de julio. Al mismo tiempo, también se han confirmado los precios oficiales, lo que presenta una excelente oportunidad para repasar detalles adicionales como las vías de actualización, qué versión puede recibir cada usuario, y por supuesto, las especificaciones de hardware necesarias.
Una marca más en el calendario. El próximo 29 de julio será el «Día W» para Microsoft y sus legiones. Se calcula que 1.500 millones de usuarios estarán en condiciones de recibir al nuevo sistema operativo, y si los parámetros son los correctos, de manera gratuita. Los objetivos de Windows 10 cargan con una claridad contundente: Restaurar la relación con la mayoría de los usuarios, dejar atrás todo el conflicto asociado a Windows 8.x, relanzar la visión de Windows como un ecosistema amplio y coherente que alcanza a todas las plataformas de hardware disponibles, y avanzar en la idea del «software como servicio». Lógicamente, el recorrido que tiene Windows 10 por delante no es nada sencillo. La popularidad de Windows 7 no es una cuestión de terquedad, y con más de un año sin soporte, Windows XP aún conserva el 15 por ciento del mercado. Los focos de resistencia serán inevitables, pero aún si el usuario decide ignorar o posponer la actualización, nunca está de más hacer algunas preguntas sobre lo que será el sistema operativo insignia de Redmond.
Una de ellas es qué va a pasar con las instalaciones no legítimas de Windows. Después de que Microsoft generó otra catástrofe de relaciones públicas con su famoso «Windows 10 para todos» y los medios especializados (incluyendo a un servidor) se tragaron el sapo entero, la respuesta es «lo mismo de siempre». De acuerdo a Terry Myerson, Vicepresidente Ejecutivo de Sistemas Operativos en Microsoft, la oferta de actualizarse a Windows 10 sin costo no se extiende a instalaciones ilegales, por lo que el nuevo sistema operativo funcionará en un estado «no legítimo», del cual no se han publicado más detalles, pero asumimos que será similar a lo que podemos apreciar hoy en Windows 7 y 8. Aún así, Microsoft está trabajando en una serie de «ofertas especiales» con sus socios comerciales para hacer más atractiva desde el punto de vista económico la compra de una licencia adecuada. Fuera de esas ofertas, los precios retail son de 119 dólares para la edición Home, y 199 dólares en el caso de Windows 10 Pro. Aquellos que deseen saltar de la edición Home a la Pro en Windows 10, podrán acceder a un Pro Pack por 99 dólares.
Otras dudas surgieron con la «reserva» que menciona la reciente notificación, pero en realidad no se trata de nada extraño. Microsoft explica que con la reserva de Windows 10, el usuario confirma que su dispositivo es compatible y que está interesado en recibir el update. Entre el inicio de la reserva y el 29 de julio, Windows Update se encargará de descargar archivos por anticipado para acelerar el proceso de instalación cuando llegue el momento. La reserva no es vinculante, y el usuario puede cancelarla en cualquier momento. Además, los usuarios interesados en llevar a cabo una instalación limpia de Windows 10 no obtendrán ningún beneficio con la reserva, ya que necesitarán las imágenes independientes del sistema operativo. Microsoft aún no confirmó si el acceso gratuito a Windows 10 con un «dispositivo calificado» también permitirá la descarga de una imagen ISO, o si esa licencia específica será compatible con instalaciones desde cero.
Hablando de instalaciones, es un buen momento para recordar las rutas principales de actualización a Windows 10. Al igual que sus predecesores, Windows 10 arrastra una variedad de ediciones, pero las ramas principales son tres: Home, Pro y Mobile. Asumiendo que el usuario posee la última versión disponible de su sistema operativo (Windows 7 SP1 y Windows 8.1 Update 1, también conocido como «S14»), las ediciones Starter, Home Basic y Home Premium de Windows 7 junto a la edición Core de Windows 8.1 recibirán Windows 10 Home, mientras que Windows 7 Professional, Windows 7 Ultimate y Windows 8.1 Pro accederán a Windows 10 Pro. Los smartphones con Windows Phone 8.1 que cuenten con el visto bueno de su fabricante «y» el operador de telefonía obtendrán una vía de actualización a Windows 10 Mobile. Las ediciones Enterprise van por otro camino (cortesía de las licencias por volumen y suscripciones avanzadas), y Windows RT tendrá una especie de «service release», pero no podrá ser actualizado a Windows 10. Las versiones especiales de Windows (como los builds N, KN, y otras variantes) seguirán la misma ruta de sus sistemas base. Por ejemplo: Windows 7 Home Premium N se convertirá en Windows 10 Home.
Afortunadamente, los requerimientos de hardware para Windows 10 se mantienen dentro de los mismos parámetros que Windows 7 y 8.x, con algunas mejoras específicas. El procesador o SoC debe funcionar a una frecuencia de 1 GHz, y la memoria RAM mínima es de 1 GB para las versiones de 32 bits, o 2 GB en el caso de los builds x64. El espacio necesario es de 16 GB (x32) o 20 GB (x64), lo que permitirá la instalación de Windows 10 incluso sobre unidades de estado sólido relativamente pequeñas. El vídeo debe ser compatible con DirectX 9 usando controladores WDDM 1.0, y la resolución mínima de pantalla ha cambiado a 1.024 por 600 píxeles. Una de las decisiones más absurdas de Microsoft fue limitar la resolución mínima en la nueva interfaz de Windows 8 a 768 píxeles de alto (causando errores de ejecución en las llamadas aplicaciones Metro), por lo tanto, es muy bueno saber que las pantallas pequeñas con resolución 720p tendrán el soporte que merecen.
Para finalizar, el proceso de actualización a Windows 10 implementará ajustes en las aplicaciones y updates de seguridad disponibles. Al tope de la lista aparecen la eliminación del Windows Media Center en todos los casos, y el perfil obligatorio para los updates en Windows 10 Home. Hasta que Microsoft no publique una solución dedicada, la reproducción de DVDs requerirá una herramienta externa como VLC Player o similar. Los gadgets de escritorio en Windows 7 también brillarán por su ausencia, los juegos clásicos de Windows (Corazones, Buscaminas y Solitario) serán eliminados y deberán ser reinstalados por separado, se reemplazará la aplicación de OneDrive en caso de que la instalación previa tenga a Windows Live Essentials, y las unidades floppy USB necesitarán una actualización para sus controladores, ya sea con la ayuda de Windows Update o directamente del fabricante. Windows 10. Menos de dos meses. ¿Estás listo?