Casi mil millones de usuarios convirtieron a WhatsApp en el segundo mensajero instantáneo más popular del planeta. Este detalle probablemente sea suficiente para justificar los 19 mil millones de dólares que Facebook pagó por la plataforma, pero desde ese día, el tema de la financiación ha sido toda una incógnita. Finalmente, los responsables de WhatsApp decidieron eliminar la suscripción de un dólar anual, y anticiparon que el servicio seguirá libre de publicidad como hasta ahora.
Los números más recientes hablan de 990 millones de usuarios. Es una cantidad en verdad escalofriante, pero sólo le alcanza a WhatsApp para colocarse en el segundo lugar de los mensajeros, ya que su hermano Facebook Messenger ocupa la primera posición. La legión de Zuckerberg vive encantada con este particular dominio de la mensajería instantánea, sin embargo, no se traduce necesariamente en dinero ganado. Imagino que todos los usuarios de WhatsApp ya saben esto (o al menos, la gran mayoría), pero desde un punto de vista técnico, el mensajero no es freeware. Su modelo de suscripción demandaba apenas un dólar anual, y también permitía comprar una suscripción a alguien que no contara con un medio de pago compatible. Aunque parezca mentira, ese dólar por año causó controversia en su momento, pero los usuarios comenzaron a notar desde hace un tiempo que la fecha límite se desplazaba varios meses sin ningún truco o intervención.
Durante el día de ayer, llegó la confirmación que en esencia ya dábamos por hecha: WhatsApp será una aplicación gratuita en todos los dispositivos compatibles. Jan Koum, uno de los fundadores y actual CEO de WhatsApp, explicó que la suscripción será eliminada dentro de las próximas semanas, y al mismo tiempo reconoció que no funcionó tan bien como esperaba. La razón es bastante sencilla de entender: Un alto porcentaje de sus cientos de millones de usuarios no tiene acceso a una tarjeta de crédito o débito, ni está dispuesto a pedir una prestada, lo que hizo muy incómodo a todo el proceso. Ante la posibilidad de adoptar publicidad para mantener su financiación, la respuesta de Koum fue un no categórico (que por supuesto siempre debe ser tomado con pinzas en el mundo de la informática).
Una de las alternativas en estudio es la creación de acuerdos con diferentes compañías, al estilo de bancos y aerolíneas, de modo tal que los usuarios puedan comunicarse con ellas de manera más directa. En otras palabras, WhatsApp podría transformarse en una vía dedicada de soporte, o en un nuevo método para reservar vuelos. El tiempo lo dirá.