Se supone que la razón más común que lleva a alguien a escalar una montaña es “porque está ahí”, pero para colocar una webcam en uno de los lugares más desafiantes del planeta, se necesitan motivos mucho más sólidos. Así es como un equipo de científicos italianos decidió estudiar los efectos del cambio climático sobre el pico más alto del globo, y no tuvieron mejor idea que subir al monte vecino Kala Patthar (a unos 5,600 metros de altura), para colocar allí una webcam alimentada con una celda solar, apuntando directamente hacia la cima del Everest.
Llegar a la cima del Everest es el desafío máximo para cualquier alpinista, explorador o buscador de sensaciones extremas. Después de todo, está a casi nueve kilómetros sobre el nivel del mar (8,848 metros, aunque China y Nepal están discutiendo sobre la altura exacta), las condiciones son más que hostiles, y como si eso fuera poco, hay más de 150 desaparecidos que intentaron conquistar al monte y jamás regresaron. Dicho de otra forma, debes estar muy bien preparado para subir tanto al Everest como a las montañas vecinas. El hecho de ser el monte más alto del mundo le da al Everest unas características únicas en materia de investigación científica. Así se le dio inicio al proyecto SHARE Everest 2011, de origen italiano y con la colaboración entre el Consejo Nacional de Investigación Ev-K2 y la Academia de Ciencia y Tecnología de Nepal. El objetivo es aprender más sobre las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global sobre el pico.
¿Cómo logran esto? Además de recoger información meteorológica proveniente del Everest, científicos italianos han instalado una webcam a una altura de 5,675 metros en el vecino monte Kala Patthar. La cámara fue fabricada por la empresa alemana de seguridad Mobotix, y funciona utilizando una celda solar desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, hora de Nepal. Toda la instalación debe soportar temperaturas que llegan a los treinta grados centígrados bajo cero. Las imágenes de la webcam son enviadas al llamado Laboratorio Pirámide, ubicado unos seiscientos metros más abajo, y a través del sitio oficial del Ev-K2, cualquier interesado puede acceder a la transmisión (se actualiza cada cinco minutos).
Esta webcam se convierte en la más alta del mundo, superando por más de un kilómetro a la cámara previamente instalada en la montaña Aconcagua, con una altura de 4,389 metros. No hemos encontrado datos precisos sobre la duración del proyecto, pero si no hay ningún inconveniente del tipo electrónico, la cámara debería ser capaz de transmitir durante mucho tiempo, a menos que exista alguna clase de derrumbe, deslizamiento o intervención climática lo suficientemente fuerte como para afectar a la webcam o a la celda solar que la alimenta. Existen vídeos de entusiastas que han colocado sus móviles en pequeños globos de helio, llevándolos a alturas impresionantes con la cámara encendida, pero no podemos comparar eso con la hostilidad del Himalaya nepalés, y el hecho de que debieron subir hasta allí para instalarla.
