Todo, desde su nombre hasta su apariencia, nos da la impresión de que estamos frente a un robot más. Sin embargo, WD-2 va mucho más allá de eso. Se trata de una cara robótica, la primera que es capaz de mostrar cualquier expresión humana, de una forma completamente natural.
A pesar de que a primera vista WD-2 parece una careta pegada en una caja, logra sorprendernos cuando lo vemos funcionando. En realidad, la “careta” es todo lo que tiene el robot para mostrarnos, que no es poco.
Mientras que hay varios robots rudimentarios, capaces de mostrar un puñado de expresiones faciales bien diferenciadas, como “alegría”, “tristeza” o “enojo”, la electrónica y mecánica de este maravilloso aparato le permite mostrar cualquier expresión que deseemos, por sutil que esta sea. El video que acompaña este artículo es de lo más elocuente.
WD-2 puede reproducir con exactitud las expresiones faciales humanas. Su nombre, WD-2, es la forma corta de "Waseda-Docomo face robot 2," y se trata del último invento salido de los laboratorios de la universidad de Waseda en Tokio. El diseño es obra del equipo dirigido por el ingeniero industrial Atsuo Takanishi.
El WD-2 puede ser la llave para integrar a los robots en la vida diaria. Este pequeño artefacto, sin brazos ni piernas, guarda el secreto que permitirá a los robots ser aceptados plenamente por los humanos, quienes verán en él una cara conocida, en lugar de un panel frio de metal o plástico.
WD-2 cambia sus características faciales modificando 17 puntos clave de la geometría de su cara (una máscara, en realidad). Cada punto posee tres grados ejes, lo que da un total de 56 grados de libertad. Para hacer que determinados puntos de la cara se muevan, un eje que llega a la cara desde detrás de la máscara y se apoya en el punto facial deseado, es movido mediante un pequeño motor eléctrico.
Según el artículo presentado por los investigadores japoneses, la máscara se puede modificar “para copiar” una cara humana, incluso exhibiendo el estilo del pelo de una persona y el color de la piel. Esto se logra cuando una foto de su cara se proyecta sobre la máscara 3D.