Detrás de cada instrumento se esconde un tratado de física en potencia, y si hablamos de instrumentos extraños o al menos poco conocidos, el impacto de las propiedades que lo hacen funcionar se profundiza aún más. Este es el caso del Waterphone, un instrumento con algunas décadas de existencia basado en la resonancia del acero con el agua que recoge la mística musical tibetana para crear un espectro de sonidos que te recordarán mucho a las películas de terror o a las aventuras épicas.
El mundo no tuvo que esperar a la explosión de internet y el “hágalo usted mismo” para que surgieran instrumentos con particularidades tan extrañas como los luthiers que los elaboran. La creación de instrumentos extraños está datada desde la misma génesis de la música como expresión humana universal y así ha seguido siendo a lo largo del tiempo. Pero de lo que sí estamos seguros es que Internet ha explotado la difusión de estos ingeniosos aparatos, ayudando no sólo a darle reconocimiento a inventos con décadas de antigüedad, sino también a reciclar estos sonidos veteranos con elementos de la cultura moderna. Un ejemplo es el Waterphone, un instrumento que utiliza la resonancia que posee el acero en medios húmedos y logra impactantes sonidos que te harán sentir en medio de una película de terror japonesa.
Dejando de lado las cuestiones más abstractas sobre su uso, lo fantástico de este instrumento es la ciencia que tiene por detrás, además de la cuestión artesanal que hace que cada instrumento sea único y se arme a pedido. Pero antes, y para dar créditos a quienes se los merecen, el Waterphone fue creado tomando como base a la estructura física de los tambores de agua tibetanos, pero que en su riqueza armónica logra sonidos como los del violín de uñas, un instrumento que posee resonadores de acero en forma de barras. Esto mismo, como se ve en el vídeo, reproduce el Waterphone, que está dotado por un resonador de acero inoxidable que tiene un cuello por donde se le carga agua. El efecto de sonido se logra a través de la frotación con un arco, como el del violín, sobre sus barras de bronce, produciéndose la resonancia y generando sonidos envolventes con ambientes ricos en armonía… y en suspenso.
El WaterPhone (incómodamente traducible a Aguáfono), cambia el tipo de sonido que emite al direccionarlo vertical u horizontalmente logrando tonos más graves y una torrencial lluvia de armónicos. Esto sucede porque el agua que se acumula en su interior se mueve al cambiarlo de dirección y el impacto sobre el diafragma repercute sobre la riqueza tonal de este raro instrumento. Aquí es donde está la ciencia musical, ya que el agua interactúa de dos formas bastantes particulares, ya que primero logra curvar los tonos debido al peso que genera el agua sobre el fondo del diafragma al estar orientado de manera vertical, lo que hace que los sonidos son de menor frecuencia, por lo que generan tonos más graves. Cuando el WaterPhone se orienta horizontalmente, el agua ya no tiene la resistencia del diafragma y esto hace que los tonos agudos ganen presencia debido, además de crear riqueza armónica con mayor acústica y modulación natural. ¿Estás por filmar una película de terror o quieres conquistar a una maestra de Kung Fu? Consíguete un Waterphone y ponte a tocar.