En un acto de sabiduría absoluta, la productora cinematográfica Warner Bros. tiene planeado combatir a los piratas chinos ofreciendo alquileres de películas a 60¢ de dólar (U$S 1 las más caras). Esta, aunque es una iniciativa para aplaudir, envía un mensaje confuso. O sea, ¿tenemos que convertirnos en un paraíso pirata para disfrutar de los beneficios de precios módicos? ¡Pásame el Grog, Guybrush, que Warner premia “el delito”! Y sí, el debate está abierto.
Nadie puede negar que ésta sea una de medida equivocada. La forma más efectiva para combatir la piratería es ofrecer alquileres y ventas de películas a precios módicos (realmente módicos). Si esto se hiciera en todo el mundo, todo cliente P2P instalado en nuestros ordenadores quedarían casi obsoletos. Por ejemplo, desde que Good Old Games existe, el concepto de “abandoware” ha cambiado para todos los que hacemos NeoTeo. Realmente no queremos tener que lidiar con búsquedas, descargas a baja velocidad, configurar DOSBox, etc., etc. ¡No vale la pena!
Ahora, imagina si pudieses alquilar una película (en línea, con streaming instantáneo, de alta calidad, a un clic de distancia) por 60¢ de dólar, ¿realmente te molestarías en buscar torrents / links de Rapidshare y esperar unas horas a que finalice la descarga? Personalmente, puedo asegurar, sin lugar a dudas, que no. Ni me molestaría.
Y qué tal pudieses comprar cualquier DVD original, solo a días del estreno de la película, por 3 dólares (unos 2,3 euros). ¿Seguirías descargando esas CAM horrendas, solo para no pagar el abusivo valor de una entrada al cine? Nuevamente, yo dejaría a uTorrent olvidado (posiblemente hasta lo desinstalaría).
Bien, la primera (los alquileres por 60¢) es una iniciativa que Warner pondrá en marcha en breve, en el paraíso pirata que es el país oriental. Su objetivo es conquistar el mercado más grande del mundo, pero también uno de los más anárquicos en lo que respecta a las leyes de Derecho de Autor. Lo segundo, la venta de DVD originales a días del estreno de la película, es algo que Warner viene haciendo, junto con Paramount, desde hace poco menos de un año.
¿Cuál es la lógica detrás de esto? “Mejor poco que nada”. Si uno lo piensa, y dada la cantidad de chinos, el negocio es muy interesante. Pero, porque siempre hay un pero, ¿cuál es el mensaje que envían? La doble moral de estas empresas es, como mínimo, curiosa. Mientras que en occidente se comportan como verdaderas organizaciones mafiosas, decididas a castigar “el delito” a como de lugar, en oriente premian a “los delincuentes”.
El debate está abierto. Pero algo queda muy claro: los principios que tanto defendió la MPAA, al estilo Don Capone, se venden a 60¢ de dólares en China. ¡Baratita la moral!