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Walking Truck: Máquina cibernética antropomorfa

General Electric, bajo la dirección de Ralph S. Mosher, construyó en 1968 una máquina cibernética antropomorfa -una forma elegante de decir “camión con patas”- llamada Walking Truck. Habia sido encargada por el ejercito de los Estados Unidos, y tenia como objetivo demostrar que un engendro semejante podía servir para transportar tropas o cargas a través de terrenos intransitables para los vehículos convencionales. Sin embargo, el proyecto fue abandonado y el Walking Truck descansa en el US Army Transport Museum de Fort Eustis.

Estamos bastante acostumbrados a ver avances tecnológicos que tienen su origen en desarrollos originalmente pensados para ser empleados por las fuerzas militares. DARPA, la agencia especial del Pentágono es un organismo que existe exactamente para ello. Hace más de 40 años, el ejercito de los Estados Unidos encargó a la empresa General Electric el desarrollo y construcción de lo que denominaron como “máquina cibernética antropomorfa”. Se referían a un mecanismo que -de alguna manera- ejecutase movimientos propios de los seres vivos, aportando alguna ventaja a los clásicos vehículos montados sobre ruedas u orugas. El resultado de estos experimentos fue el Walking Truck (algo así como “camión caminante”), una especie de coche con patas que se desplazaba caminando como un cuadrúpedo.

Si bien uno de los objetivos buscados era disponer de un transporte capaz de transitar por donde un camión común y corriente no podía siquiera soñar con moverse, el Walking Truck podía hacer muchas cosas más. Como puedes ver en el vídeo anterior, las patas de la máquina cibernética antropomorfa tenían la suficiente fuerza y precisión como para permitirle mover objetos con una delicadeza sorprendente. El vehículo no era autónomo, sino que necesitaba de un operador humano a bordo que hiciera las veces de conductor. A diferencia de lo que ocurre en un coche o camión convencional, en el que el conductor se limita a  controlar básicamente la velocidad y dirección mediante un par de controles, en el Walking Truck era necesario accionar cada una de las extremidades por separado.

Recreación animada del caminar del “Walking Truck”

En efecto, para que el camión caminante pudiese hacer su magia, el conductor debía utilizar sus manos y pies para guiar cada una de las cuatro patas del vehículo. Ralph S. Mosher, quien se había encargado de dirigir el equipo que desarrolló el artefacto y fue prácticamente el único que hizo las veces de conductor del mismo, quedaba exhausto a los 10 o 15 minutos de utilizarlo. El sistema -mucho menos sofisticado que los controles robóticos disponibles en la actualidad– se limitaba a “amplificar” los movimientos de las palancas y pedales de la cabina utilizando motores distribuidos a lo largo de las patas y en las “caderas” del Walking Truck. Los experimentos realizados en la época demostraron que era posible alcanzar una “velocidad crucero” de entre 5 y 8 millas por hora (de 8 a 13 kilómetros por hora), pero no había cuerpo humano capaz de resistir semejante trayecto.

El Walking Truck nunca se convirtió en una vehículo fabricado en serie. Es muy probable que haya sido un concepto demasiado adelantado para su época. Desarrollos más modernos, como el BigDog encargado por DARPA a la empresa Boston Dynamics, posiblemente se hayan inspirado en el viejo proyecto de la General Electric. Como puedes ver en el segundo vídeo, el BigDog -que no requiere de un conductor encima- es capaz de correr, escalar y hasta deslizarse por el hielo a pasar de estar cargado con más de 100 kilogramos de   lastre. ¿Que habría pasado si el Walking Truck hubiese sido un poco menos incómodo de usar? Es muy difícil decirlo, pero con un poco más de tecnología, posiblemente se hubiese convertido en una máquina práctica, capaz de sortear obstáculos tal como lo hace un caballo o una cabra, y hoy el ejercito tendría flotas completas de máquina cibernética antropomorfas similares a los enormes All Terrain Armored Transport (o “AT-AT walker”) de las fuerzas imperiales de Star Wars. Para bien o para mal, el Walking Truck nunca superó la etapa del prototipo y hoy descansa en el US Army Transport Museum de Fort Eustis.

Escrito por Ariel Palazzesi

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