Auto-Tune marcó un antes y un después en el mundo de la música. Algunos artistas alcanzaron la fama gracias a ese procesador de audio, y otros aseguran que destruyó a la industria por completo. Ahora hemos ingresado a la era de la inteligencia artificial, y la historia parece condenada a repetirse. Por un lado tenemos el rechazo absoluto a los algoritmos, y por el otro aparecen servicios como Voice-Swap, especialmente diseñado para artistas y productores que desean cambiar las voces de sus propias canciones.
Cualquiera que esté siguiendo de cerca la huelga de guionistas y actores en los Estados Unidos sabe que la inteligencia artificial es uno de los principales puntos de conflicto. Historias generadas, modelos en tres dimensiones, reemplazos completos de rostros… mucha gente está furiosa, asustada, y preocupada. La mentalidad «profit-driven» de las grandes casas productoras no ayuda, y la tecnología queda en una muy mala posición frente al público.
Sin embargo, nunca faltan aquellos que ven a estas herramientas como una nueva oportunidad, y en esa dirección apunta Voice-Swap. Su objetivo es claro: Habilitar recursos para que músicos y productores puedan cambiar/reemplazar la voz en sus canciones, usando los modelos de artistas que ya se unieron a la plataforma, ofreciendo licencias especiales para legitimar el proceso.
Voice-Swap: ¿Hay lugar para la inteligencia artificial entre los cantantes?
Antes de comenzar, Voice-Swap deja en claro que no es una herramienta para consumo general. El músico o productor debe tener todos los derechos legales correspondientes sobre sus muestras. Voice-Swap utiliza ACRCloud para detectar el uso no autorizado, y sus límites técnicos nos hablan de archivos WAV con un tamaño máximo de 30 megabytes. La alternativa es conectar el micrófono y cantar directamente para que el sistema lo registre.
El segundo paso es elegir uno de los once modelos disponibles, y finalmente ajustar el pitch para que el tono sea más intenso. Voice-Swap tarda unos pocos segundos en hacer la transformación (no más de 30 en general), y las últimas opciones son descargar el resultado en WAV, o almacenarlo en nuestro perfil de audio.
De más está decirlo, Voice-Swap no hace milagros. Su correo oficial lo advierte desde el principio: «Rubbish in, rubbish out». El audio debe estar limpio, en una sola capa (o sea, no más de una voz a la vez), sin distorsiones, ni delays, ni reverb… nada. De hecho, recomienda una sesión con Auto-Tune o GSnap para mejorar su condición antes de realizar la carga.
Mis pruebas fueron muy negativas, e imagino que las exigencias de un profesional serán mucho más altas, pero el tiempo juega a favor de Voice-Swap, y todo algoritmo puede ser optimizado. Para finalizar, el trial habilita apenas un puñado de créditos. Podemos comprar más por 8 dólares, o entrar en uno de sus planes, comenzando en 6 dólares mensuales.
Sitio oficial: Haz clic aquí