Al contrario de lo que nos ha contado Riddick, ya no es necesario liquidar a un par de personas para obtener visión nocturna, o como alternativa realizar una importante inversión en los sistemas que utilizan las fuerzas especiales alrededor del globo. Un grupo de «biohackers» perteneciente a Science for the Masses ha llevado a cabo una impresionante prueba de concepto al colocar en los ojos de un colaborador la sustancia Clorina e6, que le permitió detectar personas en la oscuridad a 50 metros de distancia.
Todos estamos de acuerdo en que la visión general del ser humano en la oscuridad deja bastante que desear. Por supuesto, algunos tienen mejor vista que otros, pero no se compara con la capacidad de muchos animales para encontrar presas o detectar amenazas bajo el manto de la noche. Con la ayuda de la tecnología hemos logrado compensar nuestras limitaciones biológicas, y los ojos no son la excepción. Sólo basta con buscar dispositivos como el ATN PVS14, que a un precio de 3.600 dólares coloca la visión nocturna al alcance de varias personas (de más está decirlo, hay otros modelos con diferente rendimiento y costo). Sin embargo, los accesorios electrónicos no son la única opción en estos días.
La gente de Science for the Masses publicó un documento en el que explica la utilización de gotas para los ojos con el objetivo de optimizar la visión nocturna en humanos. La sustancia que hace esto posible es Clorina e6, análoga de la clorofila, la cual puede ser encontrada en algunas especies de peces que viven en las grandes profundidades del océano, y que ya se aplica en terapia fotodinámica o en tratamientos específicos, como por ejemplo la ceguera nocturna. El voluntario para el proceso fue el investigador bioquímico Gabriel Licina, quien recibió un total de 150 milímetros cúbicos (150 microlitros) de Clorina e6 en cada ojo, divididos en tres dosis. Los efectos tardaron menos de una hora en hacerse presentes, y el siguiente paso fue salir afuera para que Licina pruebe sus nuevos ojos.
Al principio, Licina logró registrar en la oscuridad diferentes formas a diez metros, pero a los pocos minutos ya podía reconocer símbolos y figuras a una mayor distancia. En la segunda prueba intervinieron más personas, colocándose cerca de árboles a una distancia de 50 metros. La precisión del grupo de control estuvo cerca del 30 por ciento, pero Licina acertó en cada oportunidad, reconociendo incluso cuando una persona estaba apoyada contra un árbol. Aunque sus efectos sean temporales (varias horas, según el documento), la optimización de nuestra visión nocturna con Clorina e6 es viable, y lo más importante es que Science for the Masses no trabaja en un laboratorio especializado, sino que hicieron todo esto en un garaje. En lo personal no creo que salgan al mercado gotas de Clorina e6, pero la prueba de concepto funciona, y la Web ya se enteró.