Aunque parece un casco de albañil del futuro, se trata de un invento que va a permitir mayor independencia y movilidad a los ciegos. Desde la Universidad de Valencia nos llega este avanzado aparato que dispone de rayos láser, video y hasta de GPS para situar y ubicar a los invidentes mediante sonidos que le descubren donde existen obstáculos. Y de paso, pueden entrar en una obra sin infringir la ley de prevención de riesgos laborales.
El futuro, aparte de entretenerse en diseñar inventos imposibles, también ayuda a los más discriminados y pone a su disposición lo último en tecnología para hacerles la vida más llevadera. En este caso, el milagro viene de la mano de la Universidad Politécnica de Valencia, que coordina el desarrollo de los prototipos que podrán ser utilizados de forma masiva en 2 o 3 años. El sistema se basa en el uso de varias tecnologías bien diferenciadas cuyo fin último consiste en posicionar al invidente y situarlo en el espacio de tal modo que sepa en todo momento donde se encuentran los obstáculos con los que se enfrenta. El proyecto Casblip (acrónimo en inglés de Sistema Cognitivo de Ayuda a Personas Ciegas) combina en sus dos modalidades 4 tecnologías modificadas y mejoradas: láser infrarrojo, imágenes de vídeo y dos aplicaciones de GPS. En total participan en el prototipo siete instituciones europeas: el instituto Francesco Cavazza y el DBSV -dos grandes organizaciones de ciegos de Italia y Alemania-, Siemens y las universidades de Bristol (Inglaterra) y La Marche, de Ancona (Italia), además de la canaria de La Laguna y la Politécnica de Valencia.
Existen dos prototipos diferentes que conforman el sistema integral de detección de objetos. Por un lado se encuentran las gafas M1 que emiten un rayo láser que permite localizar los objetos a 5 metros. Han sido diseñadas por Siemens (a partir de los usados en coches). Al mirar hacia una zona, mide las distancias al objeto que haya en el camino. La principal novedad es el sistema de traducción de esos objetos en tres dimensiones, captados por el láser, en 64 señales acústicas diferentes que hacen que la persona ciega pueda ubicar esos objetos a través de los auriculares. El sistema acústico "engaña al cerebro", de manera que los sonidos son recibidos como si vinieran del exterior. Es como si cualquier persona que no tiene problemas de visión cerrara los ojos e intentara situar dónde ha caído una moneda.
Por otro lado tenemos el casco M2, que parece de albañil y que incorpora sendas cámaras con sistema de estereovisión, posee un alcance de 15 metros. Detecta objetos en movimiento(sólo si hacen ruido) y avisa al invidente de que se está acercando o alejando. Por ejemplo, si viene un coche será detectado pero si aparece una bicicleta silenciosa no. Este sistema además ayuda a los ciegos en "zonas complejas con pocos espacios", sin huecos. Le muestra "un pasillo libre" en un área conflictiva. Como si cualquiera, en una habitación oscura, pudiera notar dónde se abre una puerta.
Los usuarios de esta nueva tecnología se mostraban poco propicios a probarla porque alegaban que el sonido de los auriculares no les dejaría escuchar otros sonidos, que le son fundamentales para su supervivencia, pero luego, con algo de entrenamiento, pudieron comprobar que apenas suponía un escollo. Ahora muchos invidentes han probado el invento y se declaran sumamente satisfechos con los resultados. Para muestra un botón y en este vídeo podemos observar lo bien que se desenvuelve Pasquale en el ágora de la Universidad Politécnica de Valencia.