A pesar del streaming y las alternativas digitales, el clásico vinilo continúa ganando tracción, con más de 7.5 millones de discos vendidos durante la primera mitad del año sólo en los Estados Unidos. Su valor para los entusiastas del audio es casi incuestionable… ¿pero qué hay del vídeo? Todas las flechas apuntan a una vieja compañía llamada VinylVideo y a su plataforma de almacenamiento de vídeo en discos analógicos, que nos permiten vivir una experiencia a la par de películas mudas sin restaurar… y por menos de 200 euros, la versión moderna de ese hardware puede ser tuya.
¿Guardar vídeo en discos? Por supuesto, pero no me refiero a los formatos modernos o al clásico Video CD, sino a soluciones analógicas. Uno de los primeros ejemplos que me viene a la mente es el CED o Disco de Capacitancia Electrónica (un experimento de 20 años que le costó a RCA más de 600 millones de dólares en pérdidas), y sería un error de mi parte olvidar al Video High Density que JVC lanzó en el mercado japonés a principios de los años ’80… pero lo que nos reúne aquí hoy es aún más básico: Usar una bandeja de vinilos estándar como si fuera una especie de… ¿«videotocadiscos»? En realidad, el nombre que estoy buscando es VinylVideo:
Inspirado en el antiguo formato Phonovision desarrollado a fines de la década de 1920 como prueba de concepto, VinylVideo es una creación del artista Gebhard Sengmüller, y fue presentado al público en diferentes exhibiciones interactivas, museos y galerías entre 1998 y 2003. Cada uno de los discos compatibles con VinylVideo guarda audio mono (de calidad similar a la radio AM tradicional), y una señal de vídeo en blanco y negro de muy baja definición. Como podrás imaginar, el framerate también deja mucho que desear, pero el punto es que cualquier bandeja puede asumir el rol de reproductor, siempre y cuando esté acompañado por una caja decodificadora que se encarga de separar, procesar y convertir las señales a salidas compatibles.
¿La mejor parte? Existe una versión moderna de VinylVideo, comercializada por la compañía SuperSense. En estos momentos no quedan unidades disponibles, y sólo ofrece cuatro o cinco discos compatibles, pero la caja decodificadora tiene un valor de mercado de 200 euros, nada demasiado extremo para una de las piezas más raras de tecnología audiovisual que existen.
No lo conocía.
Gracias por el artículo.
Que fumada, nunca me imaginé que se podía guardar información de video en viniles y lo mejor, que se pudieran reproducir en cualquier reproductor de vinil.
Gracias por el artículo.
Ya olvidaron que V.yer usaba ese tipo de grabación para mandar imagenes y audio grabadas en un disco bañado en oro.
Creo que vi algo parecido en una pelicula, no recuerdo el nombre, pero al terminar el mensaje, se detona una bomba…