Hay ciertas personas que están determinadas a traer olores a los medios, ya sea la televisión o los videojuegos. Actualmente, en Inglaterra se está desarrollando un sistema de aromas para entrenar a los nuevos reclutas militares, pero los creadores piensan que en cinco o seis años el mismo sistema podría verse en consolas de juego. La pregunta es, más allá de que sea muy útil para los soldados durante un conflicto armado, ¿realmente queremos tal nivel de realismo en los videojuegos del mañana?
Los videojuegos actuales han llegado a un nivel de realismo tan alto que frecuentemente se encuentran con acusaciones de llevar a una persona a cometer actos desastrosos. Podríamos discutir si estas son acusaciones justas o no, pero no es un tema para tratar en esta nota. Sí lo es, el realismo que cada vez intenta ir un poco más allá y ahora podrá hacerlo gracias a un sistema que permitirá incluir diferentes olores durante el juego.
Actualmente el Ministerio de Defensa británico está financiando, en parte, un proyecto que lanza hedores al aire durante vídeos de entrenamiento, para que los reclutas puedan reconocer situaciones problemáticas. Esta tecnología aún está en desarrollo y no tiene fecha de finalización. Sin embargo, en caso de que se complete con éxito, se espera que los derechos sean comprados por empresas fabricadoras de consolas como la Nintendo Wii y, más predominante, Xbox 360, PlayStation 3.
Los científicos detrás de este nuevo sistema piensan lanzar todo tipo de hedores, desde sudor corporal hasta combustible, con la meta de enseñarle a los nuevos reclutas que la presencia y ausencia de cierto tipo de olores puede indicar peligro. Son los creadores mismos, los que dijeron que, aunque actualmente la tecnología se encuentra dando sus primeros pasos, posiblemente se pueda utilizar para los videojuegos del futuro.
Sin duda, estos olores pueden ser extremadamente utiles durante conflictos armados y, como dice el profesor Bob Stone, director de la Human Factors Integration Defence Technology Centre (HFIDTC) en la Universidad de Birmingham, hasta podría salvarles la vida: “digamos que una unidad está pasando por un aldea árabe donde siempre hay olor a carne cocinándose. Un día, el olor no está. Eso podría significar que la aldea fue evacuada para usarla como una base de operaciones para planear un ataque.” Sin embargo, por más útil que sea en la vida real, eso no quiere decir que lo sea en los videojuegos y tampoco garantiza que funcione igual de bien.
El sistema de olores consiste de una cámara de aire comprimida con cuatro ventiladores y ocho compartimientos, cada uno con un recipiente con cera, impregnada químicamente con un olor particular. Algunos de los hedores ya disponibles son: cable eléctrico quemado, disparo de un arma y aromas de hospital. El profesor Stone opina que en cinco o seis años este mismo sistema podría implementarse en consolas de videojuegos con olores que emocionen o confundan a los jugadores.
Este es un tema que siempre termina regresando, ya que hablamos de lo mismo cuando se presentó SMELLIT. Aunque estamos felices que la tecnología de los videojuegos cada vez permita representaciones más reales de ciertas situaciones, no estamos seguros que agregar aromas sea la manera correcta de dar más realismo. No porque no vaya a funcionar, todo lo contrario, probablemente olamos cosas que nunca hemos olido, pero parece ser algo que se interpone entre el juego y su objetivo principal, entretener. También estamos de acuerdo que deberían ser más envolventes, pero antes que agregar olores deberían mejorarse los gráficos, sonidos, animaciones y muchos otros aspectos que provocan náuseas ni otros malestares.
