Controlar una hemorragia con la rapidez suficiente es un paso crítico para salvar la vida de cualquier paciente. El procedimiento debe adaptarse tanto a la herida que provocó la hemorragia como a la situación, ya que no siempre se tienen los recursos necesarios. Existen varios ejemplos de lo que se conoce como agente hemostático, utilizados para controlar hemorragias en emergencias. Uno de los más recientes lleva el nombre de Veti-gel, desarrollado por un estudiante del Instituto Politécnico de la Universidad de New York, y se trata de un gel que se coloca en la herida, deteniendo la hemorragia de manera casi instantánea, una drástica mejora frente a otras soluciones que demandan varios minutos, además de una aplicación especial.
Hubo épocas en las que tenía que lidiar con muchas carcasas de ordenador, y algunas de ellas traían de fábrica bordes bastante filosos, cortesía de los pobres controles de calidad. Más allá de los cuidados, era inevitable terminar con un dedo cortado, y algo que siempre funcionó muy bien para mí fue colocar un poco de azúcar sobre el corte para detener el sangrado. Ahora, un corte en un dedo es un ejemplo insignificante frente a grandes hemorragias que se manifiestan en situaciones de emergencia como accidentes o zonas de combate abierto, pero comparten un objetivo en común: Evitar la pérdida de sangre, y cuanto más rápido, mejor.
Joe Landolina, un estudiante del Instituto Politécnico de la Universidad de New York, ha desarrollado un gel que podría convertirse en el arma definitiva contra las hemorragias: Veti-gel. El gel está basado en polímeros derivados de plantas que se reintegran dentro de la herida sangrante, convirtiéndose en una variante sintética de la matriz extracelular. El cuerpo interpreta al Veti-gel como si se tratara de la matriz real, formando un sello sobre la herida, y en lo que parece ser una fracción de segundo, Veti-gel activa el proceso de coagulación natural del cuerpo. De ser necesario, el Vei-gel puede ser retirado una vez que se detiene la hemorragia, o rociado con un spray especial para que se convierta en una sustancia muy parecida a la piel, aunque también puede aplicarse en órganos y heridas internas. Otro punto muy importante de Veti-gel es su umbral de temperatura de almacenamiento, establecido entre los 0 y los 32 grados Celsius.
De ser aprobado por las autoridades pertinentes (algunos portales reportan que ya fue autorizado por la FDA), Veti-gel se convertirá en una pieza fundamental para la medicina, no sólo en el ámbito civil, sino también en el militar. Fuerzas de combate de todo el mundo mantienen su interés en soluciones que permitan tratar grandes hemorragias en tiempos reducidos. Incluso se gestó cierto escándalo al otro lado del charco hace algunos años entre Ejército y Naval a la hora de escoger un agente hemostático (busca QuikClot y HemCon para más información). Si Veti-gel funciona tan bien como aparenta, no debería pasar mucho tiempo antes de que sea solicitado por alguna de las fuerzas.