Cuando vemos una serie o una película, lo más probable es que sea reproducida a 24 o 30 cuadros por segundo. Proyectos de muy alto perfil como la adaptación de «El Hobbit» al cine ya exploraron el potencial de los 48 cuadros por segundo, pero esta vez, el objetivo es ir en la dirección contraria. Very Slow Movie Player es más una iniciativa artística que un reproductor de vídeo. Por un lado, utiliza una pequeña pantalla de tinta electrónica (con todas sus ventajas y limitaciones), y por el otro, el contenido es visualizado a 24 cuadros por hora.
No son pocos los que creen que las pantallas de tinta electrónica tienen vida más allá de los lectores electrónicos. De hecho, la tecnología fue escogida por varios fabricantes de dispositivos vestibles, y después existen smartphones como la serie Light Phone, cuya segunda edición sigue en desarrollo. Ahora, la tinta electrónica no entrega un gran rendimiento a la hora de reproducir color o actualizar el contenido de la pantalla con fluidez, pero si esos detalles no son prioritarios, podemos hacer cosas muy interesantes. Una de ellas es el Very Slow Movie Player, de Bryan Boyer. Todo comienza con una pantalla de tinta electrónica de 7.4 pulgadas, y un Raspberry Pi…
En un intento por reencontrar el placer de ver pasar las cosas con mayor lentitud, Boyer creó un dispositivo de hardware cuyo único objetivo es reproducir una película, serie o corto en el mini ordenador a un máximo de 24 cuadros por hora. Por ejemplo, «2001: A Space Odyssey» dura poco más de dos horas a 24 FPS, pero en el Very Slow Movie Player supera las 8.200. Cada cuadro permanece estático en la pantalla por dos minutos y medio. Un script en Python es el encargado de extraer los cuadros y hacer la conversión correspondiente para su reproducción en 1 bit.
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El rendimiento natural del Raspberry Pi juega un papel crítico en la velocidad del reproductor. El texto original explica que la intención era probar un Raspberry Pi Zero, pero esa versión del mini ordenador era demasiado lenta. Al final, se inclinó en favor de un Raspberry Pi 3B, con la consecuencia de que la carcasa es más gruesa de lo necesario (calculo que podría evitar esto con algunas modificaciones). Tal vez sea un poco complicado obtener una pantalla de tinta electrónica idéntica (el fabricante la declaró EOL), pero nada te impide usar un modelo similar, o reemplazarla con una pantalla normal.