Heliatek, una empresa alemana, ha puesto a punto un nuevo tipo de panel solar flexible que utiliza materiales y procesos de fabricación muy similares a los empleados en las pantallas OLED. Estos paneles, construidos a partir de moléculas orgánicas depositadas sobre películas de poliéster, pueden ser transparentes, lo que los convierte en aptos para ser aplicados sobre los cristales de las ventanas. Dado que son lo suficientemente delgados y livianos como para que no sea necesario efectuar grandes modificaciones a las ventanas existentes, es posible que se conviertan en una alternativa viable a los paneles solares tradicionales.
La generación de electricidad a partir de la energía solar es una realidad. Millones de personas han instalado pequeños paneles en los techos o terrazas de sus viviendas, y varios países (España entre ellos) han invertido la suficiente cantidad de dinero en esta tecnología como para que las usinas solares sean una realidad. Aún falta un largo camino por recorrer, pero al menos lo hemos comenzado a transitar. Ahora, una start-up alemana acaba de desarrollar un nuevo tipo de panel solar basado en moléculas orgánicas depositadas sobre películas de poliéster, una tecnología muy similar a la que permite la existencia de las pantallas OLED, muy delgados y livianos, que además pueden ser transparentes. Esto los hace especialmente aptos para ser aplicados sobre los cristales de las ventanas, convirtiéndolas en colectores de energía sin que pierdan sus funciones originales. Su rendimiento es lo suficientemente bueno como para que pueden generar la misma cantidad de electricidad que un panel solar convencional.
La empresa en cuestión es Heliatek, que tiene su sede en Dresde y obtiene su financiación -unos 28 millones de euros hasta el momento- de gigantes como Bosch y BASF. Ya está fabricando los nuevos paneles en pequeñas cantidades, y esperan conseguir otros 60 millones de euros para construir una nueva planta con mayor capacidad. Hoy por hoy, y sobre todo por que se fabrican en cantidades relativamente pequeñas, los paneles de Heliatek son algo más caros que los paneles solares convencionales, pero cuando sean producidos a gran escala el coste bajaría los suficiente como para el costo por vatio generado sea incluso menor que el de un panel tradicional. Thibaud de Séguillon, director general de la empresa, cree que a pesar de su alto costo inicial conseguirán vender la suficiente cantidad de estos paneles como para que Heliatek sobreviva el tiempo necesario para poder construir la nueva planta y bajar sus precios. Apuestan a las ventajas que le proporcionan su bajo peso, flexibilidad y -sobre todo- su transparencia. Además, se sabe que están trabajando junto a una empresa constructora para integrar estos paneles solares en bloques de hormigón destinados a las fachadas de los edificios.
Pero la gran apuesta es la incorporación de estos paneles en los cristales de las ventanas. “Es como tener ventanas tintadas, solo que estas generan electricidad“, afirma Séguillon, que hace hincapié en que este sistema ahorra el coste que tiene el hardware necesario para fijar los paneles tradicionales sobre un tejado o terraza. Un panel de Heliatek convierte el 8 por ciento de la energía de la luz en electricidad, lo que los hace un poco mejores a los paneles solares basados en polímeros (tienen de un 3% a un 5% de eficiencia) pero inferiores a los clásicos paneles solares de silicio que aprovechan entre el 14% y el 15% de la luz en electricidad.