Luc Montagnier y Francoise Barre-Sinoussi, por su descubrimiento del virus del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) fueron premiados con el premio Nóbel de medicina. Fue el mismísimo Montagnier quien hizo un anuncio que, de haber salido de la boca de cualquier otro, nos tendría dudando. “En 4 años podría estar disponible una vacuna terapéutica contra el SIDA”, aseguró. Las vacunas terapéuticas son las que actúan una vez contraída la enfermedad, para mantenerla bajo control. A diferencia de los cócteles de drogas, una vacuna como esta se inyectaría una vez cada tanto tiempo, mejorando la calidad de vida de los enfermos.
Montagnier fue uno de los descubridores del virus que causa el SIDA, hace ya 25 años. Cuando recibió el Nóbel de medicina, anunció que, con apoyo económico, en tan poco como 4 años podría estar lista para probarse una vacuna terapéutica contra la terrible enfermedad.
Este anuncio, de parte de uno de los descubridores de la enfermedad y ganador del premio Nóbel de medicina, no es poca cosa. Si bien hay muchos investigadores trabajando en vacunas contra la enfermedad, incluso basándose en diferentes investigaciones, esta noticia es alentadora incluso para los que ya han sido contagiados por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Quien recibió la otra “mitad” del Nóbel de medicina fue Harald zur Hausen de la Universidad de Dusseldorf, por su trabajo con el cáncer cervical. Este es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres. Gracias a su investigación sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH) se pudo lograr una vacuna para evitarlo.
El premio Nóbel, además del reconocimiento, incluye un premio en dinero efectivo que este año será de 1 millón de euros por ganador. El monto no es fijo porque depende de cuánto generen los fondos de inversión de la fundación para el premio.