Es cierto, los accidentes ocurren. Pero el accidente que se produjo hoy fue algo tremendo. Los científicos accionaron, por error, el interruptor que provoca el fin del Universo. Por supuesto, se trató de un error involuntario. Se suponía que todo estaba bajo control.Si, hubo advertencias de que podía pasar. De hecho, en los años 90, algunos científicos advirtieron de que algún día, en el laboratorio, algo podría salir terriblemente mal. Como resulta evidente, nadie los escuchó. Desafortunadamente, tenían razón.
Hoy, durante un experimento de física de altas energías, lo inconcebible sucedió. Durante el experimento se ocurrió lo que los científicos llaman un “derrumbamiento del vacío cuántico”. Y un segundo después, el fenómeno tan temido destruyó toda la materia del planeta. El mundo con todos y cada uno de los seres que en el vivían, simplemente dejó de existir.
Pero eso no es todo. Una enorme onda destructiva, viajando a la velocidad de la luz, partió desde el lugar que ocupaba la tierra. Al igual que la onda de choque de una bomba que estalla, fue causando la destrucción total en todas las direcciones.
Como en un dominó, cayo primero la Luna, detrás desapareció Marte, Venus, Mercurio, el Sol, y todo el sistema solar. La onda de choque no se detendrá nunca. Se ampliará constantemente, hasta que cada átomo del universo sea destruido.
Obviamente, el hecho de que estés leyendo este artículo prueba de que todo lo anterior es solo ficción. Pero ¿podría ser posible? ¿Podría ocurrir que por error nos carguemos el universo?
La respuesta se encuentra justo en el corazón de la física cuántica, la rama de la ciencia que se ocupa de las partículas minúsculas que componen todo el universo. La teoría cuántica predice que el universo está lleno de energía, que puede provocar la aparición de partículas en el vacío, provenientes “de la nada”, y unos nanosegundos más tarde se vuelvan a destruir. De hecho, es algo que ocurre continuamente.
A medida de que el universo se expande, su energía tiende a caer al estado más bajo posible (quizás la palabra “entropía” te suene de algún lado). Y en teoría, seguirá cayendo. Hay, sin embargo, una pequeña posibilidad que la teoría sea incorrecta. El universo todavía podría caer “hacia arriba” a un estado energético inestable.
Dejando de lado algunos kilómetros de fórmulas, puedes comparar esta situación con una aguja que pincha un globo inflado: una “pequeña perturbación” en una región cualquiera del globo basta para producir el desastre.
Algunos científicos se preguntan si los experimentos que se llevan a cabo en los aceleradores de partículas (o en el futuro súper acelerador) no serian la “aguja” que haga explotar cada átomo del universo. La energía destructiva sería absolutamente diferente de todo que conocemos. Cada átomo del cosmos se transformaría literalmente en energía.
Si encuentras todo esto difícil de entender, no te preocupes. Incluso los físicos especializados no entienden completamente cómo funciona el “vacio cuántico”. Su línea de razonamiento es muy simple: partículas, átomos y moléculas se crean y destruyen constantemente por todas partes en el universo. Si el “vacío cuántico” fuera inestable, ya ha tenido billones de oportunidades de derrumbarse.
Pero aquí, en la tierra, estamos experimentando con todas las clases de cosas nuevas, creando partículas y elementos raros que son inestables y no existen en “verdadera naturaleza”. La ciencia se está haciendo grande. Y cuanto más grande sea la ciencia, más grandes serán los posibles accidentes.
Estimados físicos, si leen esto, por favor tengan cuidado.