Toda persona que practique artes marciales necesita entrenar, pero también necesita hacerlo en forma segura. A la hora de mejorar el rendimiento con ciertas armas, lo ideal es poder usarlas virtualmente sin restricciones. En ese punto es cuando interviene la armadura de combate desarrollada por UWM, que no sólo protege al luchador, sino que también registra y evalúa todos los impactos que recibe.
Con sólo ver una práctica de kendo (o por qué no un encuentro) se puede llegar a la conclusión de que todas las protecciones que se utilizan no están de adorno. En las manos de un experto, un shinai puede dejar unas cuantas marcas, y ni siquiera hablemos de un bokken. Sin embargo, limitarme al kendo sería muy injusto. Todas las artes marciales, con el entrenamiento y la determinación suficiente, tienen un potencial de daño muy grande. Practicarlas en forma segura es la prioridad, pero esto puede afectar el rendimiento final. No importa si se trata de un arma o una técnica específica, no quedan dudas de que el luchador será mucho más productivo si puede eliminar el factor de seguridad de su mente, y desplegar toda su fuerza en cada movimiento. Básicamente, lo que se necesita es un sistema de protección superior, como la armadura de combate desarrollada por UWM, bautizada Lorica.
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La armadura está equipada con 52 sensores, conectividad WiFi y Bluetooth, una cámara point-of-view y un micrófono. Este sistema envía telemetría a un ordenador, sobre el cual es posible evaluar las diferentes zonas de impacto, y calcular el nivel de daño. A pesar de que se perfila como una herramienta excelente para entrenar, el objetivo de UWM con esta armadura es crear competencias profesionales con armas, del mismo modo en que los luchadores se enfrentan hoy bajo franquicias como UFC. En lo personal, también veo la posibilidad de que la armadura se convierta en equipamiento estándar para fuerzas de seguridad. El diseño demandó cuatro años, con los últimos dos dedicados a la creación de prototipos. Lamentablemente, no hay más detalles técnicos sobre la armadura (“propietaria y confidencial”, dijeron sus responsables) o sobre su precio, pero no creo que deba pasar mucho tiempo para saber eso.