El estándar USB 3.0 dio un gran salto de calidad en relación a su predecesor, y hemos sabido disfrutar de (casi) todas sus mejoras sin sacrificar retrocompatibilidad. Pero las exigencias van en aumento: Unidades más veloces, archivos de mayor tamaño, carga rápida de baterías, y el 8K que aparece en el horizonte son razones más que suficientes para adoptar un estándar superior. Ese rol quedará a cargo de USB4, que en primer orden promete duplicar la velocidad disponible sin modificar el conector, de modo tal que todos nuestros dispositivos Tipo C funcionarán a la perfección.
Apenas se destaca en nuestros ordenadores con un poco de plástico azul, o en la forma del «nuevo» conector Tipo C que ya podemos encontrar en docenas de dispositivos móviles, incluyendo a consolas como la Nintendo Switch. USB 3.0 (con sus revisiones posteriores) se ha adaptado sin mayores incidentes a nuestras sesiones diarias, y estamos seguros de que nos acompañará por muchos años más. Sin embargo, es hora de pensar en una actualización.
Hagamos un lugar para USB4. ¿Por qué «USB4»? De acuerdo con el USB Promoter Group, el objetivo es evitar la confusión generada por las actualizaciones menores (3.0, 3.1, 3.2), y desde cierto punto de vista, las mejoras son lo suficientemente grandes como para justificar un cambio de nombre. Aún así, el uso de «USB4» no fue confirmado del todo, por lo que existe la posibilidad de que sea llamado de otra manera más adelante.
USB4: Rápido y furioso compatible
Entonces, ¿qué coloca USB 4 sobre la mesa? En una palabra, velocidad. Mientras que USB 3.2 ofrece un máximo de 20 gigabits por segundo (en el mejor de los casos), USB4 duplicará ese valor, alcanzando un nuevo techo de 40 gigabits por segundo. Pero eso no es todo: USB4 permitirá a algunos dispositivos modificar el funcionamiento del enlace de «bidireccional» a «unidireccional». El caso más relevante será el «Alt Mode» de DisplayPort 2.0, que bajo USB4 trabajará a unos impresionantes 80 gigabits por segundo, ideal para 8K HDR, e incluso se especula con 16K. Al mismo tiempo, eso habilitará a ciertos dispositivos USB4 a incorporar soporte Thunderbolt 3 (siempre y cuando el fabricante así lo decida).
Otro aspecto muy interesante de USB4 es su compatibilidad con USB Power Delivery. Si un dispositivo móvil soporta ese mismo estándar, los tiempos de carga se verán drásticamente reducidos, aunque debemos tomar esto con pinzas. Los conflictos de certificación y validación en cargadores USB Tipo C son bien conocidos, a un punto tal que han dado muchos dolores de cabeza. USB4 necesita arrancar esas dificultades de raíz, o de lo contrario se convertirá en un viejo problema con nuevo nombre.
Para finalizar, USB4 garantiza la retrocompatibilidad. Las velocidades disponibles entre los dispositivos USB 4 homologados serán de 10, 20 y 40 Gbps (salvo el antes mencionado Alt Mode de DisplayPort 2.0), pero al mantener el mismo conector, un cable USB4 podrá ser usado en puertos Tipo C previos, y otros cables Tipo C funcionarán en puertos USB4, siempre negociando automáticamente la velocidad más rápida disponible. Hablando de «negociar», USB4 guarda un as en la manga, y es la asignación dinámica de ancho de banda. Por ejemplo: Tienes un puerto USB4 con un enlace de 40 Gbps. En esa misma conexión planeas alimentar a un monitor 4K, y transferir archivos a un SSD externo. Si el monitor 4K necesita 12.5 Gbps, los otros 27.5 Gbps quedarán libres para la copia de datos, sin conflictos.
¿Qué hay sobre la disponibilidad? El plan original era «fines de 2020», pero cierto virus dejó a todos los «roadmaps» de cabeza, y no podemos olvidar el hecho de que será más caro de fabricar. En el caso más optimista (y con el deseo de que el mundo haya mejorado un poco), USB4 debutará con nuevos cables y dispositivos a principios/mediados de 2021. Estaremos esperando.
Fuente: Lifehacker