Las fotos digitales nos ofrecen muchas ventajas: pueden borrarse, no se arruinan y no ocupan espacio físico. Sin embargo, la transición a digital del mundo de la fotografía es muy reciente. Es por esto que la mayoría de las familias todavía deben excavar en pilas de cajas para encontrar esa fotografía de las vacaciones del año 85, donde todos lucían tan felices. Incluso, si se la encuentra, es posible que la misma se haya arruinado por el paso del tiempo. Sin embargo, los negativos nos dan la seguridad de que la foto sigue intacta, aunque tengamos que volver a revelarla. O digitalizarla con un dispositivo como el USB Negative Scanner.
Las cámaras de rollo están desapareciendo. Sin embargo, nos dejaron décadas de recuerdos guardados en cajas que, poco a poco, van perdiendo color y nitidez. Si bien el efecto antiguo puede quedar bien en algunas situaciones, la pérdida de nuestros mejores recuerdos no es nada agradable. Es por esto que los negativos pueden resultar tan útiles. De hecho, son un backup instantáneo y físico de nuestras fotos, cosa que muchas veces no hacemos con las fotos digitales. Y, con el USB Negative Scanner, tenemos la posibilidad de recuperar el espacio ocupado por las cajas de fotos, o “revelar” nuevamente las que perdimos.
Es cierto que el USB Negative Scanner no es muy revolucionario en sus funciones: la mayoría de los escáneres hoy en día tienen esta función. De todas maneras, este dispositivo en particular es muy fácil de utilizar, lo que lo hace genial para aquellas personas que no tienen facilidad para usar el ordenador.
De este modo, podemos ordenar todas nuestras fotos y nunca más tener que pasar álbumes enteros (o cajas, si no eres muy organizado) para encontrar ESA foto que querías subir a Facebook. Y, lo mejor, es bastante barato, costando apenas 100 euros.
