Ordenadores cuánticos. Aunque todavía se está tratando de establecer si son tan rápidos y efectivos como prometen, una cosa es cierta, y es que las principales compañías de la industria están invirtiendo una enorme cantidad de recursos en la investigación y el desarrollo de estos sistemas. Como era de esperarse, IBM tiene su propio prototipo de ordenador cuántico, pero la diferencia es que el gigante azul ha decidido liberar su acceso al público.
Son muchas las historias sobre ingenieros y científicos esperando a las tres o cuatro de la mañana su turno para exprimir algunos ciclos de un superordenador y procesar cálculos. Imagino que en este mismo instante debe haber alguien en una habitación oscura con la pantalla de su terminal como única fuente de iluminación, aguardando los datos de una plataforma remota. Ahora, ¿qué pasa si esa plataforma es cuántica? No es la primera vez que mencionamos a ordenadores cuánticos, y definitivamente no será la última. Hablar de una tecnología «en pañales» tal vez no caiga bien entre aquellos involucrados, pero lo cierto es que obedece a su situación actual. Tanto Google como la NASA mantienen un contrato con la gente de D-Wave que provee ordenadores cuánticos, y al parecer han logrado resolver algunos problemas, pero tarde o temprano todo deberá salir del laboratorio y entrar en contacto con otros usuarios.
Dicho eso… ¿adivinen qué decidió hacer IBM? Así es: La compañía tomó a su prototipo cuántico con una capacidad de cinco qubits, y liberó su acceso al público. El proceso requiere la creación de una cuenta, y la descarga de un software que no tiene nada de convencional, por lo tanto, estamos ante un acceso libre destinado a un campo muy especializado. IBM explica que gracias a esta decisión, los interesados podrán evaluar algoritmos, desarrollar nuevos experimentos, controlar qubits individualmente, y aplicar una buena parte de todo lo que ya se sabe sobre informática cuántica hasta ahora.
El anuncio oficial de prensa está acompañado por un vídeo filmado en 360 grados del Laboratorio de Investigación Cuántica que IBM posee en su famoso centro T.J. Watson, lugar en donde el sistema Watson de inteligencia artificial pulverizó a los mejores jugadores de Jeopardy algunos años atrás. Todavía quedan muchos obstáculos en el camino para los ordenadores cuánticos, pero que una mayor cantidad de personas tengan la posibilidad de acceder a ellos no es una mala idea, sino todo lo contrario.
