Urban Defender es descrito como un juego “conciente de su ubicación”, cuya única interfaz es un balón diseñado especialmente para este uso. Aún se trata de un concepto, pero han logrado crear un balón que mediante el uso de GPS puede saber en qué zona se encuentra el usuario y le informa su estado mediante luces, vibraciones y sonidos. Para hacerse con una zona, el jugador debe lanzarla contra la pared cuantas veces sea necesario. El objetivo es conquistar la ciudad entera, localidad por localidad.
Urban Defender tiene todo el aspecto de ser un juego de realidad aumentada, pero en verdad está muy lejos de serlo. Utilizando un balón especialmente diseñado para el juego, los usuarios pueden adueñarse, defender o volver a tomar territorios o locaciones. Lo más curioso de este juego conceptual, es que para jugarlo solo se necesita el balón especial, que posee luces y sonidos como indicadores.
Con la idea de que cada persona vive en un “distrito” (o localidad en otros países), el objetivo es adueñarse de la mayor cantidad posible y hacerse con el que pertenece a otros. Esto se logra caminando por la calle con el balón, que informa al usuario a quién pertenece dicho distrito. En caso de que dicha locación no tenga dueño, el jugador puede lanzar el balón contra la pared y mediante un sonido le informa que ahora le pertenece.
Aunque según informan el balón es capaz de transmitir toda la información necesaria, también habrá “mapas web y otro tipo de visualizaciones” para tener un mejor entendimiento de qué zona le pertenece a quién. Cuando el usuario llega a un distrito que le pertenece a otra persona, el balón comienza a vibrar y el jugador debe lanzarla contra la pared varias veces, hasta que el sonido le indique que ya le pertenece.
En verdad, nos encontramos gratamente sorprendidos cuando escuchamos el concepto de tener como única interfaz el balón. Pero a la vez no parece ofrecer una buena motivación para que los participantes quieran salir a la calle con el balón en la mano. Aún así, es una excelente idea y una gran implementación para no depender de un ordenador, ya que de esta manera, la única forma de jugarlo es saliendo a la calle. Sus creadores apuntan este juego para niños y jóvenes adultos quienes, según los creadores, anhelan ser dueños de su calle.