La existencia de la nueva aplicación de Google, Google Drive, ya no es ningún misterio. Lo que sí continúa en el mayor de los secretos son los datos precisos de su lanzamiento y funcionalidad. Pero una nueva pista pareciera acercarnos a una pronta conclusión.
Sabemos que los internautas más entusiastas del mundo se las arreglan para cazar pistas y noticias de las maneras menos ortodoxas posibles. Pues lo que ha sucedido ahora no es nada menor: los nombres de los servidores del dominio GoogleDrive.com, previamente registrado, pasaron ayer a llamarse NSx.GOOGLE.COM. ¿Y esto qué significa? Que Google ya está usando sus propios servidores como motores del dominio GoogleDrive.com, lo cual supone un gran paso hacia el lanzamiento final del servicio, como la compañía de California ya nos tiene acostumbrados.
Si retrocedemos un poco en el tiempo nos encontramos con otras pistas interesantes. Por ejemplo, que el dominio GoogleDrive.com fue registrado por primera vez en 2004, en New York. Que luego de pasar por varias manos, finalmente cayó en las garras de la compañía Morning Star Holdings, quienes proveen a Google de la administración de todos sus dominios. Ayer mismo, 12 de septiembre, los nombres de los servidores de Morning Star Holdings –que se utilizaban desde el mes de julio pasado– fueron rebautizados por los de la propia Google.
GDrive, o Google Drive, sería un servicio en línea de almacenamiento masivo que permitiría al usuario acceder a todos sus archivos desde cualquier ordenador, en cualquier parte del mundo. Algo similar a lo que ya experimentamos con Google Deskpot, el cual nos entregaba un motor de búsqueda entre ordenadores ubicados a distancia.
Aún no se sabe si el servicio será exclusivo de Google Apps o si podremos disfrutar de él de manera pública, como lo hacemos con Google Mail, o GMail, como lo conocemos comúnmente. Hasta podría tratarse de un simple servicio de uso interno para los empleados de Google. Nadie lo sabe.
Claro que los más detractores y pesimistas de las acciones tomadas por Google continúan alzando su voz en el cielo, argumentando que lo único que la compañía de Larry Page y Sergey Brin continúa logrando es hundirse más y más en su desesperada carrera por el monopolio tecnológico y el control de la privacidad mundial.
Lo cierto es que domino mundial o no, con Google Drive, Google pasaría a tener acceso en línea a todos nuestros archivos privados. Todos. Un gran servicio, sí, pero uno que nos deja pensando detenidamente, ¿verdad?