Retrocede veinte años. Treinta. Ahora espera. Mira el mercado. ¿Qué ves? Ordenadores que hoy serían superados ampliamente por una calculadora científica. Módulos de memoria que costaban una verdadera fortuna. Programadores que exprimían a fondo los recursos disponibles, incluso aplicando hacks sobre el hardware. Dichos eso, regresa y observa de cerca a esta consola. Tiene un solo chip principal, y a partir de él su desarrollador ha logrado generar tanto audio como vídeo. Desperdicio cero.
El 11 de septiembre de 1977 llegó a las estanterías el sistema Atari 2600. Su procesador principal no superaba los 1.2 MHz, mientras que su memoria RAM total ascendía a 128 bytes, y su ROM a 4 kilobytes. Menos de seis años después, el Nintendo NES debutó en Japón. El chip Ricoh 2A03 en su interior trabajaba a 1.79 MHz (1.66 MHz en versiones PAL), pero la RAM disponible dio un salto escalofriante, llegando a dos kilobyes para uso general, y otros dos kilobytes dedicados al vídeo (que también tenía un chip dedicado). El bank switching podía elevar el tamaño de los cartuchos de manera considerable, y esto se vio traducido en un aumento drástico de calidad en los juegos. Aún así… seguimos hablando en el rango de los kilobytes. Sin ir más lejos, un correo electrónico podría llenar la RAM en estas consolas, pero los desarrolladores de antaño se las arreglaron para crear ecosistemas enteros con juegos inolvidables.
Hoy, ese arte parece perdido… aunque todavía tenemos esperanzas. Sólo basta con ver más de cerca el último proyecto a cargo de Voja Antonic, una consola personal basada en un único chip. El hardware en cuestión es el PIC24EP512GP202, que se puede adquirir en línea por un precio inferior a los seis dólares. El total de memoria Flash disponible es de 512 kilobytes, pero su memoria para datos no va más allá de los 48 kilobytes. Con semejantes límites, Antonic debió generar todas las señales vía software, aplicar una serie de hacks para que el combo audio/vídeo funcione correctamente «y» ejecutar un clon del viejo título Jumping Jack para Spectrum, con gráficos y sonidos mejorados.
La complejidad del proyecto seguramente dejará asombrados a muchos entusiastas, pero no podemos negar el hecho de que Antonic hizo un trabajo extraordinario documentando cada aspecto de su consola. Aquellos con la habilidad suficiente podrán reemplazar a Jumping Jack con otro juego, sin embargo, la verdad de fondo permanece inalterable: En las manos de maestros, hasta el hardware más humilde hace magia.