Nuestro sentido de la vista es bajo muchos aspectos formidable, pero lo cierto es que está muy lejos de ser perfecto. Lo que puede parecer una superficie perfectamente lisa o sin defectos para nuestros ojos puede en realidad ocultar problemas muy serios. Aquello que no es evidente hoy puede ser la causa de un desastre mañana, en especial cuando hablamos de complejas estructuras o vehículos avanzados. Sin embargo, en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri han desarrollado una cámara compacta que utiliza microondas para detectar defectos en los materiales, entre otras cosas.
Una viga de acero que se quiebra ante la primera señal de presión. Fisuras que aparecen de la nada en las paredes. Debilidad en una estructura o problemas de aislamiento. Podemos detectar muchas cosas con nuestros ojos, pero son muchas más las que se nos escapan. Las radiografías industriales ofrecen un sistema bastante efectivo para inspeccionar instalaciones, sin mencionar las diferentes (y controvertidas) aplicaciones de seguridad en los aeropuertos. Pero lo que nos trae aquí hoy no está basado en rayos X, sino que se trata de un sistema que trabaja con microondas, y que puede operar utilizando una fuente de energía muy sencilla, lo suficiente como para otorgarle el tamaño de cualquier cámara portátil.
La cámara, ya patentada en estos momentos, ha sido desarrollada por un grupo de ingenieros de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri. En un inicio, la ventaja principal de esta cámara es el alto nivel de portabilidad que posee. Si bien es posible inspeccionar un tubo o una columna con rayos X, usualmente esto se hace de forma previa a la instalación, mientras que la cámara estaría capacitada para trabajar directamente sobre la estructura. Su bajo consumo de energía y su cómodo formato podría incluso habilitar a usuarios comunes para inspeccionar, por ejemplo, daños en estructuras de madera ocasionados por una invasión de termitas.
El primer prototipo de la cámara fue creado en el año 2007, pero los ingenieros han estado trabajando sobre ella durante los últimos tres para reducir su tamaño y aumentar su eficiencia. Por ahora, la cámara sólo opera en lo que se conoce como “modo de transmisión”, o sea, que el objeto a inspeccionar debe estar ubicado entre la cámara misma y un receptor (como el ejemplo del vídeo) ubicado del otro lado. El siguiente paso es crear una versión que no requiera del receptor, un diseño que también podría ser aplicado no sólo en seguridad, sino también en medicina, detectando cáncer de piel o determinando la gravedad de una quemadura.