Ah, en verdad soñamos con algo así. Software inestable, caprichos del sistema operativo, problemas específicos de hardware, temperatura, el viento soplando en la dirección equivocada, invasión alienígena… determinar por qué se cuelga un ordenador es toda una aventura, aunque no una divertida. Sin embargo, en el University College London han desarrollado algo llamado “ordenador sistémico”, capaz de reparar cualquier error de código automáticamente, y mantenerse en funcionamiento más allá del error original.
Pantallas azules, pánicos de kernel, o simplemente mensajes que invitan a reiniciar el ordenador. Algunas configuraciones pueden ser extremadamente estables, pero siempre está la posibilidad de que pase algo extraño, y provoque que esa estabilidad salga disparada como un cohete. Por supuesto, esto no se limita a ordenadores. Smartphones, tablets, routers, módems, y una larga lista de dispositivos pueden colgarse de forma tan contundente como lo hace un ordenador, por lo que es una decisión razonable que la mayoría de los fabricantes siga incorporando en sus diseños al famoso “botón reset”. Con el avance que ha tenido la informática en los últimos años, ¿por qué no podemos disfrutar de un método que permita a los ordenadores mantenerse en funcionamiento y recuperarse automáticamente de situaciones críticas?
A eso apunta el ordenador sistémico del University College London. La idea principal es que el ordenador trata de imitar la forma en que trabaja la naturaleza. De acuerdo al científico Peter Bentley, los procesos de la naturaleza son “distribuidos, descentralizados y probabilísticos”, además de tener resistencia ante las fallas y contar con la capacidad de autorrepararse. En el ordenador sistémico, los datos están acompañados de las instrucciones para su uso, y los resultados son divididos en “sistemas”. Estos sistemas tienen su propia memoria, y pueden interactuar con otros sistemas similares. La ejecución de estos sistemas es determinada por un generador de números pseudo-aleatorio (en vez de usar un contador de programa), haciendo una mímica de la aleatoriedad de la naturaleza. Las instrucciones se ejecutan en simultáneo, sin que un sistema tenga prioridad sobre otro.
La clave está en que el ordenador sistémico tiene múltiples copias de sus instrucciones a través de todos sus sistemas, por lo tanto, si una condición inesperada logra corromper los datos de un sistema, lo único que tiene que hacer el ordenador es obtener una copia intacta de otra parte para reparar el código dañado. Y como cada sistema trabaja con su propia memoria, no existe el riesgo de una falla general que interrumpa el funcionamiento del ordenador. Un poco de naturaleza, y otro de redundancia… honestamente me gustaría ver algo así en ordenadores tradicionales, pero los responsables del ordenador sistémico no mencionan al hardware, y creo que deberían. Después de todo, uno de los ruidos más espantosos del mundo es el “clak-clak-clak” de un disco duro fallando…