El plástico es uno de los materiales más importantes que ha desarrollado el ser humano, pero existe un serio problema, y es que no lo estamos utilizando con responsabilidad. Exceso de producción, descarte constante, y muy pobres políticas de reciclado alrededor del mundo están provocando eso que no queremos ver: Millones de objetos plásticos contaminando el océano. Un buzo británico llamado Rich Horner se sumergió en las aguas de Bali para disfrutar de las mantarrayas que visitan la región, pero la corriente le obsequió una horrible nube de plástico que se volvió viral en cuestión de horas…
Mi teclado está hecho de plástico. Lo mismo se extiende a mi ratón, los auriculares, la carcasa del monitor, un vaso, la tapa de un frasco de perfume, dos botellas vacías, todos los cargadores de móviles, los cables… creo que se entiende. El plástico ya es parte de nuestras vidas. Es liviano, económico, y posee múltiples ventajas más cuando se lo compara con otras opciones. El reverso de la moneda nos enseña a un material casi indestructible, con una impresionante resistencia a la hostilidad del clima, y un tiempo de degradación extremadamente largo (el promedio más optimista es de 450-500 años bajo fotodegradación). En otras palabras, un contaminante de pesadilla. En 2012 se estimó que la masa de plástico en los océanos era de 165 millones de toneladas. Las cosas no han mejorado.
Si tienes dudas sobre eso, sólo debes observar este vídeo publicado el pasado 3 de marzo por el buzo británico Rich Horner. En su recorrido del sitio conocido como «Manta Point» en la isla de Nusa Penida (parte de la provincia de Bali, en Indonesia), Horner encontró ramas, hojas, plancton, algunas medusas y la ocasional mantarraya… pero también encontró plástico. Un horrendo laberinto de plástico suspendido en el agua, compuesto de bolsas, vasos, botellas, sachets, canastos, pajillas, envoltorios, y más bolsas. Manta Point es una «zona de limpieza» entre las mantarrayas, a la que se acercan para que otros peces se coman sus parásitos, pero con semejante contaminación en la zona, la mayoría decidió no acercarse.
Horner explicó en la descripción del vídeo que al día siguiente, el plástico desapareció del lugar sin dejar rastro, obedeciendo a la voluntad de la corriente. De acuerdo con los datos disponibles, Indonesia produce unas 130 mil toneladas de plástico y desechos sólidos por día. La mitad va a los vertederos, pero la otra mitad es quemada de manera ilegal, o termina en el agua. Las bellísimas playas de Bali están sufriendo los efectos de forma directa, y ya se han organizado campañas de limpieza, al mismo tiempo que se busca limitar y/o prohibir el uso de algunos objetos plásticos, comenzando por las bolsas.