Un profesora de Aeronáutica y Astronáutica del MIT ha puesto a punto un revolucionario traje espacial que espera pueda reemplazar a los enormes trajes utilizados en la actualidad. Aunque no ha sido llevado al espacio, el nuevo traje promete mayor libertad de movimientos y más flexibilidad.
Los trajes que estamos acostumbrados a ver en Discovery Channel llevan casi 40 años con nosotros. Si bien han sufrido cambios para incorporar las nuevas tecnologías, no han surgido diseños radicalmente diferentes. Al menos, hasta hoy.
Dava Newman ha creado el nuevo traje, llamado “Biosuit”. Realizado en nylon, ofrecerá a los viajeros espaciales mayor comodidad al explorar otros planetas. Si todo sale como se prevé, el Biosuit podría estar listo para la primera visita tripulada a Marte, dentro de poco más de una década.
El Biosuit ya tiene sobre sus espaldas siete años de desarrollo, en el Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA. En lugar de emplear la presurización mediante un gas para proteger el cuerpo del astronauta del espacio vacío, una presión de casi 300 libras que obliga al astronauta a utilizar el 80% de su esfuerzo en mover y doblar el traje, Biosuit emplea contrapresión mecánica, mediante varias capas de fibras sintéticas. Esto le proporciona la rigidez de un exoesqueleto sin afectar la movilidad.
Además, el traje podrá ayudar a los viajeros espaciales a mantenerse en buena forma física, cosa que no ocurre con los trajes actuales. Es normal que un astronauta pierda hasta un 40 por ciento de su fuerza muscular durante un viaje. El biosuit permite ajustar el nivel de resistencia que presenta a los movimientos, permitiendo que su portador se ejercite durante un vuelo largo.
En casos de accidentes, por ejemplo si en el traje se produce una pequeña perforación, basta con vendar el área. Con los trajes de la NASA, el astronauta debe volver de inmediato a la base para evitar la descompresión. Según Dava, los nuevos trajes solo tendrán gas a presión en la región del torso y la escafandra, con un tanque de oxigeno en la parte posterior.
Y si no logra imponerlos en el espacio, planea venderlos a deportistas y centros de rehabilitación física, para que se empleen en entrenamiento.