En el año 2000, un meteorito caído en el lago Tagish (Canadá) fue posteriormente recuperado por un equipo de científicos. Sometido a un exhaustivo y cuidadoso análisis, los especialistas determinaron que en el trozo de roca procedente del espacio había trazas de una molécula llamada ácido fórmico, que es primordial para la vida. Según parece, este compuesto se habría formado en el espacio con anterioridad al nacimiento del sistema solar.
El origen de la vida es una de las cuestiones que más intriga a los científicos. A pesar de existir una buena cantidad de indicios que aseguran que los compuestos existentes en la Tierra primitiva, sumados a las condiciones ambientales reinantes en la misma, alcanzarían para producir una “sopa primordial” capaz de formar las primeras moléculas autoreplicantes, lo cierto es que varios siguen creyendo que nuestro origen es -al menos molecularmente hablando- extraterrestre.
Hace casi 10 años, en 2000, un meteorito de buen tamaño cayó en el lago canadiense Tagish, y pudo ser recuperado por un equipo de científicos. Este hecho no tiene nada de inusual en sí mismo, ya que cada año nos llegan varias toneladas de material procedente del espacio, y eventualmente los “cazameteoritos” logran localizar el sitio del impacto y recuperar muestras del mismo. Pero lo que hace único a este trozo de roca espacial -de unos 850 gramos de peso- es su composición química. En efecto, además de todos los minerales que los científicos esperan encontrar en un meteorito, se descubrieron trazas de ácido fórmico.
El ácido fórmico es uno de los ingredientes que se consideran fundamentales para la cocción de la “sopa primordial” que mencionábamos antes. Si bien abundan en la Tierra compuestos más que suficientes para crear moléculas de este ácido, es muy llamativo encontrar en un meteorito restos de un compuesto tan ligado a la vida. En un comunicado presentado en la conferencia de la Unión Geofísica, el equipo que hizo el análisis explicó que los niveles de ácido fórmico hallados en las muestras son “cuatro veces más altos que la mayor cantidad detectada hasta ahora en otros meteoritos.” Además, están convencidos de que el ácido fórmico detectado tiene un origen extraterrestre.
"Hemos sido afortunados de que el meteorito no fuese manipulado por personas, ya que si esto hubiera ocurrido se habría contaminado con los compuestos orgánicos que todos tenemos en los dedos de las manos", dice Christopher Herd, de la Universidad de Alberta. Herd es uno de los autores principales de la investigación. Las bajas temperaturas de las aguas del lago Tagish evitaron que el ácido fórmico se disipara. Los niveles de este compuesto orgánico presentes en el meteorito superan todos los récords anteriores, incluso los del llamado “meteorito de Murchison”, que cayó en 1969 en la ciudad australiana homónima, en el que se encontraron diferentes clases de aminoácidos.
Mark Sephton, del Imperial College de Londres, dijo que "estamos descubriendo una gran variedad de compuestos orgánicos en los meteoritos. No nos habíamos dado cuenta de esto al centrarnos en el meteorito de Murchison, pero ahora este nuevo hallazgo nos ofrece una nueva perspectiva", asegura. Los análisis han revelado que la composición química del ácido fórmico encontrado en el meteorito de Canadá demuestra que se formó en el espacio antes de que existiese el Sistema Solar.
El ácido fórmico es muy abundante en la Tierra. Está presente en los aguijones de algunos insectos, como las hormigas. Dada su importancia en las reacciones bioquímicas que desencadenaron el surgimiento de la vida en la Tierra, muchos científicos están releyendo sus propias teorías. El hallazgo es un muy buen argumento para los que defienden la controvertida teoría de la panspermia, según la cual los ingredientes fundamentales de la vida llegaron a nuestro planeta desde el espacio, a bordo de meteoritos o cometas. Esta hipótesis, a pesar de contar con defensores de gran peso como codescubridor del ADN Francis Crick, nunca fue tan popular como la que asegura que descendemos de una mezcla azarosa de moléculas producida en la misma Tierra.